Preocupación y cuestionamientos hacia las autoridades han generado las muertes de más de 20 cetáceos en Antofagasta, ocurridas desde finales de 2018 hasta ahora. Durante el fin de semana pasado, un nuevo ejemplar se sumó a la lista luego de que vecinos del sector Plaza los Eventos dieran aviso del hallazgo al Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca), quienes le realizaron la necropsia e hipotetizaron una posible muerte por pesca incidental.
El Dr. Carlos Guerra, académico y Director del Centro Regional de Estudios y Educación Ambiental (CREA) de la Universidad de Antofagasta (UA), cuenta que actualmente en las costas de la ciudad se tiene registro de la presencia de dos tipos de delfines: pez nariz de botella (tursiops truncatus) y el delfín oscuro (lagenorhynchus obscurus) y que este último, habría desaparecido durante décadas y reaparecido recientemente desde el año pasado.
“En este último mes han aparecido al menos tres ejemplares que los hemos visto. Uno que apareció muerto en el balneario Juan Lopez, otro al Norte de Michilla (solo por foto), y este tercer ejemplar. Lo que llama la atención es que son los tres de la misma especie y ninguno de la otra”, comentó el experto.
El CREA no pudo ver el ejemplar que apareció al norte de Michilla para revisarlo y hacerle necropsia, ya que Sernapesca se lo llevó antes de que llegaran al lugar. Por tanto, desconocen la razón de su muerte.
Pero el delfín encontrado en Juan López pudo ser sometido a necropsia, encontrando pruebas claras y precisas de que el animal habría estado en cercanías de una detonación por “presentar los pulmones reventados internamente (que también podría ser una infección), pero esto iba acompañado de destrucción del oído interno y eso lo produce una explosión”, según explicó el científico.
Y este último animal encontrado, se trataba de un macho sano y robusto, en el límite del tamaño y peso (2 metros y 90 kilos aproximadamente, respectivamente).
“El animal presentaba una condición de carne y de reservas grasas bastante buena. Sexualmente muy activo, lo que tiene graves implicancias en cuanto a la reproducción de la población. Es un potencial reproductivo que la población pierde, ese es el valor que se le da a esta pérdida”, relata Carlos Guerra.
Se descartan indicios de muerte por cercanías a detonación, ya que “los meatos auditivos no tenían evidencia de sangramiento y los pulmones estaban impecables, es decir un animal sano”, precisó. Por lo que surge la hipótesis de una posible enfermedad por toxinas.
“Uno no puede descartar que el animal esté intoxicado, por lo tanto las muestras se las vamos a entregar a Sernapesca para que ellos hagan las pesquisas para ver si existe alguna toxina por la que pueda haber muerto el animal”, recalcó el profesor.
La otra hipótesis que queda es que el ejemplar haya muerto a causa de la pesca incidental, es decir cuando el ser humano aplica artes de pesca para capturar especies, pero acaba con la vida de otras que no son el objetivo de la actividad.
Hace dos semanas, Sernapesca junto a un grupo de parlamentarios, presentó una denuncia al Ministerio Público por la muerte de los ejemplares.
Redacción 
Valeria Ríos Guerrero