Varias formas en las que el metaverso puede ser utilizado en el futuro

Cada vez es más difícil diferenciar a la realidad moderna de la ciencia ficción que imaginábamos hace unas décadas. Vivimos en un mundo lleno de inteligencia artificial, comunicación instantánea y automatización remota. Nuestra cotidianidad se ha colmado de herramientas y amenidades que eran impensables hace unos años y que solo han podido materializarse gracias al vertiginoso avance de la tecnología.

De entre todas las innovaciones recientes destaca la aparición de los metaversos, o espacios virtuales que buscan simular la vida real. Estos nos permitirán realizar todas las acciones que podemos llevar a cabo en nuestra vida diaria, presentándose como realidades alternativas completas.

¿Qué es exactamente el metaverso?

La palabra metaverso proviene de una novela de ciencia ficción de 1992 llamada Snow Crash y se ha popularizado en los últimos años para referirse a espacios tridimensionales generados por computadora en los que podemos interactuar de casi infinitas maneras.

Estos representan la última evolución de las simulaciones nacidas con los videojuegos. Son, en efecto, mundos virtuales en los que podemos controlar a un avatar que nos representa como si se tratase del personaje principal de un videojuego. La interacción y el control son automáticos mediante gafas y sensores especiales.

La principal diferencia entre el metaverso y el resto de las simulaciones es que este no busca crear un mundo de fantasía. La idea es producir una réplica digital de la vida real en la que podamos ejercer parte de nuestras actividades cotidianas sin tener que desplazarnos físicamente de nuestras casas u oficinas.

¿Para qué sirve el metaverso?

En resumen, sirve para todo. El metaverso presenta un espacio complementario a la realidad en el que podemos hacer las mismas cosas, sin estar atados a las limitaciones materiales o económicas. En la actualidad ya es posible acceder al metaverso y se ha comenzado a usar con fines sociales y educativos.

En el metaverso, podemos reunirnos a charlar con amigos o con cualquier persona del mundo. Podemos ver una película o escuchar música. Podemos estudiar o practicar una habilidad. Incluso podemos hacer negocios y cerrar tratos. Con el desarrollo y masificación de la tecnología, las posibilidades solo aumentarán.

Usos posibles del metaverso

1.     El juego en el metaverso

Una de las actividades que más provecho puede sacarle al metaverso es justamente la que dio origen a las primeras simulaciones: los juegos virtuales. Prácticamente cualquier género de videojuego puede ser implementado exitosamente en el metaverso, lo que permitirá una experiencia inmersiva y emocionante.

Podrás jugar un torneo deportivo y convertirte en un atleta famoso. Quizás incluso podrías firmar contratos publicitarios, o ir al casino online Royal Panda a jugar ruletas de estilo americano, francés o europeo. Los juegos de disparo podrían reemplazarse por verdaderas guerras virtuales. El cielo es el límite en lo que respecta a las posibilidades lúdicas del metaverso.

2.     Educación

Quizás la aplicación más inmediata que se le encontró al metaverso fue la educación. En esta área, su potencial es revolucionario. Este puede usarse para impartir clases remotas sin las desventajas típicas de la educación a distancia, como la incapacidad de interactuar fluidamente con el profesor o con el resto de los estudiantes.

Esto permite a alumnos de poblaciones lejanas acceder a educación de alta calidad sin realizar largos viajes diarios. También es particularmente útil para la práctica de habilidades de alto riesgo, como hacen los pilotos con los simuladores aeronáuticos. Incluso, hasta médicos lo han utilizado para practicar cirugías y procedimientos riesgosos.

3.     Entretenimiento

El metaverso permite realizar eventos a los que pueden acceder personas de todas partes del mundo. Se hace posible ver y comentar una película junto a un amigo que vive en el extranjero, por ejemplo. También se puede asistir a conciertos y festivales musicales, obras de teatro, charlas y conversatorios, incluso a servicios religiosos.

4.     Comercio

El ser humano es oportunista. Cualquier espacio en el que las personas puedan interactuar libremente abre la posibilidad a que se realicen transacciones comerciales. El auge de las criptomonedas y los NFT sugiere que podrían establecerse tokens de cambio internos al metaverso, que puedan canjearse por objetos virtuales o dinero real.

5.     Trabajo remoto

De manera análoga a lo que ocurre con la educación a distancia, el metaverso permitirá sortear algunas de las inconveniencias del teletrabajo. Podrían establecerse oficinas virtuales en las que empleados de todas partes del mundo trabajen en un mismo proyecto, sacándole provecho a la retroalimentación de ideas que nace de la cooperación directa.

6.     Turismo

Ya hay museos que ofrecen tours virtuales a través de simulaciones de sus instalaciones para democratizar el acceso a las obras de arte. Esta experiencia podría expandirse a la eventual replicación de ciudades o regiones enteras dentro del metaverso.

El metaverso: un mundo virtual de posibilidades infinitas

Como pudo apreciarse, prácticamente todas las actividades asociadas a la vida cotidiana pueden ser incluidas dentro del metaverso. Lo que hace 20 años parecía un imposible, hoy es una realidad latente. Los recursos están presentes, el capital humano, las ideas, y ya la máquina echó a andar. Toca esperar ver materializarse cada proyecto los próximos meses y años.

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