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Columna de Jan Cademartori: Reflexiones sobre el memorándum de entendimiento entre Codelco y SQM

El memorándum del 27/12/2023, consiste en un pre-acuerdo entre CODELCO y la empresa SQM para explotar conjuntamente los yacimientos de litio que se encuentran en el Salar de Atacama. Forma parte de la implementación de la Estrategia Nacional del Litio informada por el Gobierno, en abril de 2023. El propósito de esta Estrategia es capturar un mayor porcentaje de las rentas, agregar valor a la materia prima y proteger el medio ambiente.

Quedó, sin embargo, un sesgo extractivista al pretender al mismo tiempo que “Chile liderara la producción mundial de litio”, donde importa la cantidad por encima de la calidad, la competencia más que la colaboración con nuestros países vecinos que también poseen importantes reservas.

Hay que recordar que estos yacimientos se encuentran en el Salar de Atacama, donde se ubican las reservas más importantes de Litio del planeta. El costo de producción es inigualable debido a la elevada concentración de litio y baja concentración de magnesio, a las condiciones meteorológicas, a las cercanías de los puertos de embarque. Estas reservas eran propiedad de CORFO, pero hace décadas fueron arrendadas para su explotación a dos empresas privadas: SQM (dos tercios de la producción nacional) y Albermarle (un tercio de la producción nacional). Una historia se puede encontrar en Cademartori et al. (2018). La concesión de SQM vence el año 2030 y la de Albermarle vencen el 2040. Por tanto, la prioridad es decidir el destino de los yacimientos SQM que vencen el 2030.

Se supuso en algún momento que, bajo el actual gobierno, una nueva empresa estatal se encargaría de explotar estos yacimientos a medida que ocurriera su vencimiento. A este respecto, el Estado formó una filial de CODELCO para el Litio. Posteriormente, CORFO traspasó el arrendamiento 2031-2060 de los yacimientos a CODELCO. Sin embargo, mediante el Memorándum que comentamos, CODELCO y SQM proponen crear una empresa mixta, conformada aproximadamente con un 51% del capital para CODELCO y 49% para SQM hasta el año 2060. Allí viene una primera dificultad.

Una alianza sólida, requiere confianza mutua entre los firmantes, y con la ciudadanía. ¿Es posible? Desgraciadamente, SQM ha cometido múltiples delitos, infracciones y ha sido objeto de denuncias. No sólo en el bullado caso de cohecho a la política, también en el ámbito tributario, ambiental, laboral. Incluso, el profesor Roberto Mayorga (2021) ha sostenido que está prohibido para el Estado firmar acuerdos con empresas que han infringido la ley.

Esto también tiene un correlato político. La democracia está siendo poco valorada. El llamado “doble discurso” mina la coherencia que se pide a los representantes cuando asumen responsabilidades de gobierno. Quienes gobiernan y los parlamentarios oficialistas han sido los grandes críticos de SQM: ¿cómo explicar este cambio de rumbo a sus adherentes?

Se ha justificado esta alianza por razones prácticas: SQM conoce el negocio, CODELCO es novato en el litio. Sin embargo, SQM podría competir con otras empresas establecidas en la explotación del litio, pero mediante una licitación pública, suponiendo que no rige la inhabilidad legal ya comentada. Una licitación es un método mucho más transparente que el trato directo. En una licitación se puede evaluar el aporte financiero del postulante, también otros factores tales como capacidad de mantener la continuidad productiva, experticia técnica, redes de comercialización, encadenamientos productivos hacia la electro-movilidad, calidad del gobierno corporativo del asociado, etc.

En general, quienes apoyan este memorándum, desconfían de la capacidad de CODELCO para manejar el negocio del litio. Se repiten los mismos argumentos de quienes se oponían a la nacionalización del cobre. Sin embargo, después de la nacionalización del cobre, se logró reducir costos y aumentar la producción, con la colaboración y el compromiso de los trabajadores. A lo largo de su historia, CODELCO, ha aportado excedentes por 84 mil millones de dólares.

En este caso, la falta de experiencia de CODELCO se puede mitigar con los trabajadores y los profesionales de SQM, quienes podrían ser absorbidos por una empresa estatal.  También se puede acudir a profesionales y trabajadores de otras empresas del litio. Además, hay un mercado internacional de firmas especializadas. Igualmente, las operaciones productivas se pueden desagregar en especialidades, donde hay muchos profesionales capaces: Química, finanzas, logística, etc. Del mismo modo, se puede aprovechar el conocimiento en las Universidades y en especial, aquel de la Universidad estatal de Antofagasta. Asimismo, hay redes de colaboración con los países del “triángulo del litio sudamericano” a nivel de investigación científica.

Otro problema de este memorándum, es el bajo aporte económico de SQM a esta alianza que le permitiría alcanza un poco menos del 50% de la propiedad. SQM compartiría la explotación con el Estado a partir del año 2025, seis años antes de caducar sus concesiones el año 2030. Así, se lograría adelantar las ganancias del Estado. Sin embargo, SQM ganaría otros 30 años de explotación compartida con el Estado: 2031-2060, con concesiones gratuitas de propiedad estatal. El saldo neto es que SQM obtendría 24 años (24= 30-6) sin licitación, sin colocar nada a cambio, salvo su experiencia, que está en manos de sus trabajadores, no de sus dueños. Tampoco ofrece traspasar gratuitamente su planta y equipo a la empresa mixta; no lo hace en este memorándum.

Peor aún, para el período 2025-2030, SQM ofrece a CODELCO participar de las ganancias de una cuota de producción que no existe. Como SQM ya agotó parte de la cuota que tenía, se pide a CODELCO que consiga una cuota adicional de otras 300.000 toneladas para el período 2025-2030 (punto 1.8 del memorándum). Ello tiene un costo ambiental y alimenta el conflicto con los pueblos originarios. En efecto, el Salar de Atacama no es un yacimiento, es parte de una cuenca en peligro que ha sido sobre-explotada por SQM y otras empresas mineras (Zaldívar y Escondida, entre otras) que extraen agua que no se devuelve al Salar. Asimismo, el aumento de las tasas de extracción, arriesga paralizar la Estrategia Nacional del Litio, porque los estudios ambientales y la consulta indígena que podría requerirse, quizás se prolonguen hasta el fin de este gobierno.

También es parte del memorándum, que SQM traspase a CODELCO las pertenencias que tiene en el Salar de Maricunga, pertenencias de poca importancia económica respecto al Salar de Atacama. Pero aquí hay otro problema: En Maricunga y el resto de los salares, hay muy poco estudio sobre los daños ambientales que podría provocar la explotación del litio que aún no ha comenzado. Además, el bien común requiere comparar los beneficios económicos y ambientales del eco-turismo y la biotecnología, contra la explotación del litio.

Después de todo aquello, hay quien sostiene que Chile recuperaría el control sobre el litio gracias a este acuerdo. ¿Es cierto? Hasta el año 2040, un tercio de la producción de litio permanecerá en manos de la empresa estadounidense Albermarle. Los restantes dos tercios de la producción, están en manos de SQM hasta el 2030. Si el Estado tuviera una empresa con el 51% y SQM otro 49%, la participación del Estado estaría en un tercio de la producción del Salar. Se desmiente el control del Estado hasta el año 2040.

Por otro lado, en el acuerdo, se establece un compromiso de pasar a métodos ambientalmente más limpios. No obstante, lo anterior, nada se menciona para avanzar hacia un proceso de industrialización de la materia prima exportada. Tampoco se colocan exigencias de cambio en el gobierno corporativo de SQM, como se impuso en el Acuerdo del año 2017, para evitar las graves infracciones cometidas antes. Ni hablar de la precariedad laboral provocada por la subcontratación masiva de trabajadores, la cual caracteriza a ambas empresas.

En resumen, existen muchas debilidades en este acuerdo, partiendo por el secretismo. Se ve complejo que algunas debilidades puedan corregirse antes del primer trimestre de 2024, fecha donde las partes procurarán un acuerdo definitivo y completo (punto 1.2), porque entre medio trascurren las vacaciones de verano con una ciudadanía desmovilizada. Es más, las partes se comprometieron a negociar con exclusividad hasta el término de este acuerdo (punto 11.1).

Sin embargo, no debe descartarse el fracaso de las negociaciones en alguna etapa. Un punto crítico es el consenso entre las partes por la valorización económica de los bienes que aportaría SQM, en contraste con el valor económico de las reservas que está aportando el Estado. Otro punto crítico es la legalidad de firmar un acuerdo con una empresa que ha tenido o tiene problemas legales. También podría influir el rechazo de las comunidades indígenas, considerando que se pretende aumentar la cuota de extracción en 300 mil toneladas para el período 2025-2030 y a 280-300 mil toneladas anuales en régimen a partir de 2031 (punto 1.9).

Ello permitiría que se haga una licitación en vez de un trato directo, donde se pueda comparar lo que ofrezcan varios candidatos. También el Estado podría dejar desierto el concurso si los cálculos muestran que es más conveniente una empresa 100% estatal.

Referencias

Cademartori Dujisin, J., Ramírez Salazar, C., Fuentes Peralta, D., Castillo Hidalgo, K. (2018). “La economía política de la explotación de litio en Chile: 1980-2018”. Revista de Ciencias Sociales, 10(34), 83-100. Disponible en http://ridaa.unq.edu.ar/handle/20.500.11807/1737

CODELCO (2023): “Memorándum de Entendimiento”. Disponible en: https://www.codelco.com/prontus_codelco/site/docs/20160401/20160401130745/2023_12_27_memorando_de_entendimiento_codelco___sqm.pdf

Roberto Mayorga (2021): “SQM y el litio: nulidad de todo lo obrado”. Disponible en: https://www.elmostrador.cl/destacado/2021/08/10/sqm-y-el-litio-nulidad-de-todo-lo-obrado/

By Jan Cademartori

Jan Cademartori es economista de la Universidad de Antofagasta y Doctor en Desarrollo Económico UCL Bélgica.

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