Ricardo Díaz Gobernador

Investigación basada en datos de observatorio astronómico de la UA es la nueva portada de prestigiosa revista Nature

Colaboración entre la Universidad de Atacama y la Universidad de Antofagasta, entre otros, permitió identificar que nuevo satélite puesto en órbita afecta la observación astronómica mundial.

El estudio, liderado por un grupo de científicos pertenecientes al Instituto de Astronomía y Ciencias Planetarias de la Universidad de Atacama (UDA), junto al trabajo de los investigadores del Centro de Astronomía (CITEVA) de la Universidad de Antofagasta, determinó el impacto negativo del satélite BlueWalker 3 en la astronomía.

La investigación, liderada por Sangeetha Nandakumar, como primera autora y Jeremy Tregloan-Reed, ambos de la UDA, junto a los científicos Eduardo Unda-Sanzana, Christian Adam, Juan Pablo Colque, Penélope Longa-Peña y Edgar Ortiz de CITEVA de la UA, y expertos de EEUU, Marruecos, México, Países Bajos y Nueva Zelanda, identificó cómo cambia el brillo del satélite con el tiempo y la visibilidad del hardware desechado, lo que es perjudicial para las observaciones astronómicas del mundo.

Cabe destacar que el satélite BlueWalker 3 fue puesto en una órbita terrestre baja en el mes de septiembre de 2022, como prototipo de una constelación prevista de más de cien satélites similares destinados a las comunicaciones móviles, por lo que poco después de su lanzamiento, se reveló su alta luminosidad en el espacio.

Al respecto, el director del Centro de Investigación, Tecnología, Educación y Vinculación Astronómica (CITEVA) de la Universidad de Antofagasta, Dr. Eduardo Unda-Sanzana, destacó el hito astronómico, calificándolo como “un logro que contribuye a cimentar el liderazgo científico de Chile en este tema, a la vez que llama la atención de la comunidad internacional sobre la importancia de generar ágilmente nuevas regulaciones para controlar esta problemática”.

El astrónomo agregó que “los datos obtenidos desde el Observatorio Ckoirama, fueron fundamentales para el estudio, desde donde se captó una secuencia de imágenes que muestran el momento en que el adaptador del vehículo de lanzamiento conectado al BlueWalker 3 se desacopló del satélite, generando un inesperado y brillante componente que alcanzó una magnitud de 5,5, lo que excede las recomendaciones vigentes”.

El artículo reveló, además, una relación entre la variación del brillo y otros factores después del despliegue, como la altura del satélite sobre el horizonte y el ángulo entre el observador, el satélite y el Sol. También se utilizó un subconjunto de observaciones para calcular la trayectoria del satélite a lo largo del tiempo.

Al comparar la trayectoria prevista con las observaciones recopiladas, los autores pudieron evaluar la precisión de estas predicciones y observar cómo disminuye con el tiempo, como resultado de factores como la resistencia atmosférica.

Sumado al efecto en las observaciones en espectros visibles, el BlueWalker 3, también podría interferir con la radioastronomía, ya que transmite en frecuencias de radio cercanas a las que utilizan los radiotelescopios. Lo novedoso de BlueWalker 3 es que utiliza frecuencias que suelen utilizar los transmisores terrestres.

La investigación que ya fue publicada en la revista Nature, continuará observando las emisiones térmicas de BlueWalker 3 hasta finales de este año.

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