Esta columna está dedicada a honrar la memoria de Sara Levancini (Q.E.P.D.). Sarita, como la llamaban sus vecinas y vecinos, decidió quitarse la vida antes de ser desalojada por minera Escondida desde el terreno que con amor y compromiso recuperó hace 6 años en en sector de Coloso, al extremo sur de Antofagasta.
Ella lo llamaba su edén. Y de verdad que lo era. La definición de «edén» refiere a un «paraíso terrenal» o un «lugar muy agradable en el que se está a gusto y se es feliz».
Y Sara fue feliz en ese terreno, espacio que estaba abandonado y que ella reforestó y convirtió en un verdadero bosque. Fue su refugio, como también lo llamaba, cuando sufrió una estafa hace muchos años. Allí vivió el estallido social y la pandemia. Allí logró consolidar un emprendimiento como artesana con material reciclado.
Nada de esto importó a la empresa minera Escondida, del grupo BHP. Para ellos se trataba de un puñado de metros cuadrados más, de los cientos que seguramente posee en la zona.
«Escondida me mató en vida, me cortó los brazos. Estuve detenida en Arica, tratando de cruzar a una atención médica, por una notificación que nunca me llegó. Se me trató como delincuente», relató en un video que publicó antes de partir.
«Escondida jamás dio la cara. Tiró a la policía. Las personas nos entendemos con palabras, comunicándonos», agregó.
¿Por qué la empresa no dialogó, no buscó un acuerdo con esta vecina de 61 años, una mujer de trabajo y esfuerzo?
Escondida ha hecho intentos en los últimos años por lavar su imagen y parecer un buen vecino con la comunidad, pero tiene una deuda histórica con Antofagasta y la región, producto del impacto negativo en el medio ambiente que genera su actividad minera y ante los paupérrimos aportes en impuestos que ha pagado en las últimas décadas.
Los millones de pesos que invierte en auspicios de eventos y actividades son apenas migajas, ante las millonarias utilidades que obtiene y frente a todo el daño ambiental y social que ha causado.
«Aquí me realicé y viví los mejores años de mi vida. Ellos son el poder, la mafia y se hacen ricos aquí en nuestro país. Son extranjeros los que están a cargo de esta empresa, australianos. Y se hacen ricos con nuestra tierra. Y a mí me van a terminar haciendo trizas», recalcó en el video Sara.
Querida Sara, esta columna esta dedicada a ti, a tu memoria, a tu amor por la tierra y el medio ambiente. No te olvidaremos y seguiremos tu ejemplo. Descansa en paz. Acompáñanos desde donde estés.
Nota de la redacción:
Actualmente está disponible la línea 4141 de prevención del suicidio, completamente gratuita y a la que se puede llamar desde celulares de lunes a domingo, las 24 horas del día. A través de ella, las personas que estén enfrentando una emergencia o crisis de salud mental asociada al suicidio, podrán contactarse con un psicólogo especialmente capacitado que los escuchará y ayudará.