Por Eugenia Nieva
En estos primeros días de agosto se conmemora la Semana Mundial de la Lactancia Materna, una fecha instaurada por la Organización Mundial de la Salud y UNICEF desde 1992, que representa una oportunidad para dejar atrás todos los prejuicios ante una práctica normal y esencial en los primeros meses de un bebé.
La lactancia materna es y será la mejor fuente de alimentación par un bebé; no importa si es directo al pecho o lactancia diferida. No sólo contribuye a generar el apego entre madre e hijo, sino que también entrega todos los nutrientes que los niños necesitan.
En Kimberly-Clark trabajamos por visibilizar estos temas y aportar a través de nuestras marcas, al mismo tiempo que concientizamos y nos preocupamos por nuestros equipos. Parte de nuestra cultura organizacional pasa por apoyar a las madres lactantes a través de diversas iniciativas, desde la flexibilidad que necesitan para continuar con su lactancia el tiempo que ellas deseen; pasando por salas de lactancia en todas nuestras instalaciones, para facilitar la extracción de leche en un ambiente cómodo e higiénico; y los viajes de trabajo con la posibilidad de viajar con el bebé y un cuidador, para que esa madre pueda continuar con su lactancia y con su carrera profesional, sin tener que interrumpir ninguna de las dos cosas. En Kimberly-Clark, son más de 100 mujeres las que se han visto beneficiadas por estas políticas de apoyo a la lactancia materna, en los países de Chile, Bolivia y Perú.
Tengo claro que estas acciones son un primer paso y que en el camino se nos presentarán más desafíos. Hoy los prejuicios son muchos, y campañas como la de Unicef “¿Te gustaría comer o preparar tu comida en el baño?” visibilizan una problemática por la que pasan muchas madres en la actualidad. Por esto es importante que como sociedad normalicemos esta etapa tan natural y fundamental en la vida de nuestros niños, y protejamos e incentivemos la lactancia.
Y no son sólo los bebés los beneficiados a través de la lactancia materna. De acuerdo con la OMS, las mujeres que amamantan tienen un 32% menos de riesgo de tener diabetes tipo 2, un 26% menos de riesgo de presentar cáncer de mama y un 37% menos de padecer cáncer de ovarios.
La conexión profunda del bebé con la madre que se da en la lactancia materna tiene que ser respetada, privilegiada y no discriminada. Como empresas privadas nos tenemos que hacer cargo de este proceso natural en la vida de toda madre, marcando la pauta para avanzar en esta protección que mujeres y niños necesitan. Pero lograremos el verdadero cambio con la colaboración de todos los actores de la sociedad, incluidos nosotros como individuos. Respetar, no discriminar y normalizar.
Eugenia Nieva es Directora de Marketing de Kimberly Clark para Chile, Bolivia y Perú.