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Pueblo atacameño-lickanantay presentó ante comisión de Derechos Humanos de la Convención un discurso sobre la verdad histórica de la Lickana

En un trabajo que involucró a representantes de comunidades de Atacama La Grande, Alto Loa y Calama, junto al equipo del Constituyente Lickanantay Félix Galleguillos, se preparó un discurso de 14 páginas, en el que se abordaron temas de conflicto entre la Lickana y el Estado de Chile, como el despojo territorial.

Durante la Comisión de Derechos Humanos, Verdad Histórica y Bases para la Justicia, Reparación y Garantías de No Repetición de la Convención Constitucional, se escuchó por segunda jornada consecutiva el relato de los Pueblos Originarios y su historia con el Estado de Chile. Este miércoles 11 de agosto fue el turno del pueblo Atacameño-Lickanantay.

Junto a una comitiva que incluyó a representantes de comunidades Lickanantay como Elaine Herrera, de La Banda- Oasis de Calama; Jacqueline Anza, de Toconce – Alto Loa; Lady Sandon, comunidad de Coyo – Atacama La Grande; y Manuel Salvatierra, presidente del Consejo de Pueblos Atacameños, se acompañó a las relatoras de un texto que buscó reunir las demandas históricas de la Lickana.

En la voz de Ximena Anza Colamar, comunera de Caspana y Edith Parra Espíndola, se dio a conocer el discurso que se trabajó con representantes de la Lickana, abordando los conflictos que aquejan a nuestra Patta Hoyri.

“El Estado de Chile a través del código de aguas, impulsado por la constitución que con este proceso intentamos derogar, ha privatizado el agua y la establece como bien transable y de consumo, con esto la ha separado de la tierra, de los animales, de las plantas, de la gente. Desde nuestra cosmovisión entendemos que todos los elementos somos uno solo”.

Y es que uno de los conflictos que hoy se hacen más evidentes, es el extractivismo que afecta el agua, la tierra, el aire y a la población que habita este territorio, y en el caso del pueblo Lickanantay, de manera ancestral han resistido a los embates del colonialismo y la chilenización del territorio.

En este marco es que Ximena Anza Colamar interpeló: “Sin agua no hay agricultura, ni pastoreo, ni pueblos. ¿Cómo le damos sustento a nuestras prácticas? ¿Cómo generamos nuestros alimentos? Le recordamos a esta convención que en Chile existen 308.204 familias que actualmente no cuentan con agua potable para consumo humano, lo que coincide con el 47% de la población rural, en zonas donde habitan nuestras comunidades y que a la fecha dependen del suministro de camiones aljibes para sustentar sus necesidades básicas”, indicó.

“El despojo de nuestros derechos ha sido sistemático, el privilegio a la propiedad privada y el afán de superponer al mercado como orientador de la explotación de todos los elementos de la naturaleza, suspendió por un largo tiempo el desarrollo de nuestros derechos territoriales”, agregó.

En tanto, el cierre estuvo a cargo de Edith Parra Espóndola, quien recalcó que “conforme a los fundamentos expuestos, exigimos una nueva Constitución que reconozca a nuestro pueblo nación Atacameño Lickanantay a través de la plurinacionalidad, para que nunca más el Estado de Chile niegue el genocidio y los ultrajes realizados por sus agentes”.

“Que respete y dignifique nuestra identidad de pueblo nación, para que nunca más haya apropiación de nuestros territorios, de los elementos de la naturaleza, de nuestra cultura, de nuestra lengua y de nuestras prácticas ancestrales conforme a la cosmovisión andina”, concluyó.

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