Persiste la discriminación: La deuda histórica de la sociedad y el Estado con la comunidad trans

La Agrupación Trans Libera Acción Arcoiris de Antofagasta está luchando por una Ley Travesti Trans Integral, para que el estado reconozca todas las vulneraciones a los Derechos Humanos que sufrieron como mujeres trans durante dictadura y que hoy en día se ven reflejadas a través de las AFP y la crisis sanitaria del Covid-19, donde la falta de cupos laborales para personas trans sigue estando vigente.

El pasado lunes 3 de mayo comenzó el proceso de solicitud del tercer retiro del 10% de los fondos de pensiones. Sin embargo, la comunidad trans más adulta no pudo hacerlo, ya que al ejercer el trabajo sexual durante gran parte de su vida, sus imposiciones fueron mínimas o nulas. Por otra parte, quienes pueden disponer de sus ahorros tienen problemas muchas veces con las AFP, las que rechazan las solicitudes por incongruencias de datos de quienes aún no han concretado su cambio de nombre y sexo registral en su cédula de identidad.

“No tuvimos derecho a educación ni pudimos costearla, porque teníamos que trabajar para poder comer y vivir. La mayoría de nosotras ejercimos el trabajo sexual durante años, siendo este no reconocido ni validado, ahora del 10% ninguna de las personas trans de mi edad (52 años) saca algo, porque ninguna trabajó en algo más, y si lo hizo fue cuando eran chicos  gay, antes de transitar a trans, pero las que empezamos a temprana edad, no tenemos opción de AFP”, destacó Macarena Salles, presidenta de la Agrupación Trans Libera Acción Arcoiris de Antofagasta.

Además, la dirigente social comentó que durante el tiempo de dictadura sólo por el hecho de vestirse como querían y con su identidad de género, pasaban un día en su casa, uno en la comisaría y 5 días en la cárcel, entumidas de frío sobre unos tablones repletos de chinches. También les cortaban el pelo a la fuerza, dejándolas “mochas”, como parte de un sin fin de vulneraciones solo por ser elles mismes y siendo menores de edad.

“Yo caí presa a los 16 años junto con otras 6 chicas, y al otro día salimos en primera plana con el titular ‘Cae banda de raros’. Solo se nos puso un cintillo negro en los ojos, pero aun así se veía todo. Se nos ha invisibilizado toda la vida y hemos salido a la palestra como las mujeres trans que trabajan en el comercio sexual, llamándonos putas, maracas, ladronas, delincuentes, pero no nos encuentran nada bueno”, agregó.

La agrupación busca empoderar a la comunidad trans-no binaria, ofrecer orientación y facilitar el acceso a la información para las terapias de reemplazo hormonal, además de la prevención y educación sexual, así como la entrega de preservativos y material educativo. También generar instancias para educar a los profesores sobre cómo tratar a les alumnes trans.

“Hago un llamado a las autoridades que se están postulando y haciendo cosas, a que den cupos laborales trans, que vean que nosotras no servimos solo para satisfacer a un hombre sexualmente, que tenemos aptitud, ganas de trabajar, de demostrarle a la sociedad que nosotras también podemos integrarnos y ser parte de ella, pero si no lo hace la sociedad, vamos a seguir paradas en la esquina y se van a seguir muriendo nuestras compañeras de VIH, SIDA o Covid-19”, concluyó.

Finalmente, Estefanía Estatópulos, psicóloga y fundadora de la organización LGBT+ Libre comentó que “como corporación reconocemos la constante opresión a la cual ha estado expuesta la comunidad trans, encontramos imprescindible mayor representación y protagonismo de las personas trans en el colectivo y sobre todo mayor visibilidad de las niñeces trans, siendo un punto actualmente discutido por los expertos y letrados del enfoque de género, sin que llegue aún a las leyes”.

“Es imprescindible la inclusión de sus demandas en la Asamblea Constituyente, porque no se nace trans a los 18 años, no se puede invisibilizar el nivel de ansiedad y depresión que sufren los niñes cuando se les obliga a ver como su cuerpo se desarrolla de un género que les genera disforia. No basta con generar circulares en el Ministerio de Salud o en el de Educación, no basta con incluir un cambio binario en el carnet, se necesitan mecanismo coordinados en donde se respeten y validen los Derechos Humanos de las niñeces trans, la identidad de género y su expresión” concluyó.

Ataque

Han pasado 31 años desde el término oficial de la dictadura y los ataques a la comunidad trans aún no cesan, siendo el último conocido el pasado lunes por la noche cuando la coordinadora de chilenas del Sindicato Amanda Jofré recibió más de 100 perdigones metálicos en Santiago.

Desde distintas organizaciones sociales se ha llamado a la justicia a investigar y sancionar este grave hecho, así como a impulsar leyes y normativas que aseguren la protección de la comunidad ante la persistencia de la discriminación y la violencia.

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