El pasado fin de semana, el denominado “Humedal la Chimba” vivió un nuevo hecho que involucró a personas que ingresaron con vehículos a este sector. Cabe recordar que el humedal se encuentra declarado “Santuario de la Naturaleza”. Este hecho se suma a otros que han involucrado el maltrato hacia este ecosistema. Es por esto que Regionalista contactó a la Fundación Kennedy, quienes han estado trabajando para proteger este territorio, el cual genera flora y fauna debido al riego natural de agua proveniente desde la cordillera.
Situación actual del Humedal la Chimba
Respecto a este tema, conversamos con Francisco Gómez, parte de fundación, la que -según nos explicó- se encuentra esperando para dar comienzo a la implementación del proyecto estructural que ellos han planeado para la conservación, agregando que solo falta la oficialización del decreto que le entrega al humedal la figura de Santuario Natural, además de ser postulado como Humedal Urbano, figura que le entregaría mayor protección.
“Lo que estamos trabajando ahora es con la comunidad, los vecinos del sector del Humedal la Chimba crearon una red de vigilancia, coordinada con nosotros, quienes hacemos llamados a la Gobernación Marítima y seremi de Medio Ambiente, lo que ha permitido que hoy en día estas fiscalizaciones sean más visibles y logren masividad”, declaró Gómez.
Medidas de seguridad
Según expusieron desde el organismo, la nueva figura del humedal obliga a tener un plan de manejo, el cual en primera etapa se está trabajando en la zonificación y diseño de proyecto, en cuanto a infraestructura, determinando los lugares para el posicionamiento de sendero, y en la evaluación de los sectores críticos y fundamentales para la protección. Junto con lo anterior, al ser un Humedal Urbano, este no se puede cerrar a la población, pero sí se puede regular el paso de vehículos y motos, bajo la protección de la Gobernación Marítima.
Para conocer más sobre esta situación, hablamos con el arquitecto y dirigente ambientalista, Osvaldo Chávez, quien nos describió el cambio cultural que debe existir en la población. “Lo primero que hay que tener en cuenta es que la manera en que concebimos al mundo hoy, gracias al sistema capitalista que nos rige, hace que los seres humanos entiendan que la naturaleza es un servicio que le provee cosas. Entonces cuando la gente ve la naturaleza desde esa manera, tienden a utilizarla para su beneficio, impactando a la negativamente”, indicó, acotando que, desde su punto de vista, no tiene que ver únicamente con la educación, sino con un cambio de cultura.
Tramitación y burocracia
La tramitación para obtener esta calificación duró cerca de dos años, transcurso del tiempo en que ocurrieron varios hechos que afectan el ecosistema. “A pesar de que han sido 2 años de tramitación, ha sido un caso rápido, ya que por lo general hay situaciones de 5 años e incluso algunas llevan cerca de una década trabajando en esto, y aún no logran nada”, aclaró Francisco Gómez.
Gómez recalcó el trabajo que se ha hecho por parte de la comunidad, privados, organizaciones medioambientales, el gobierno y el municipio. “Lo bueno de este humedal, es que se logró congeniar todos los ejes necesarios para generar un proyecto de protección efectiva”, finalizó.
Poco cuidado ambiental
Debido a lo anterior, la misma Fundación Kennedy lanzó un comunicado con un largo etcétera de acciones en la que se ha incurrido durante este tiempo, generando daño en el lugar, tales como el entierro ilegal de mascotas, extracción de especies y perturbación del hábitat, ingreso de vehículos a territorio de playa y zona de aves, alimentación a la fauna silvestre, ingreso de motos que fragmentan y perturban el hábitat, contaminación con basura doméstica, plaga y abandono de conejos y, por último, la práctica de vehículos 4×4 en zonas de reposo y nidificación de aves playeras.
Redacción