Columna: Esa urgencia por ser candidato…

La urgencia por ser electo -en un proceso para el que faltan más de 3 años- demuestra que seguimos con representantes que, sin duda, creen que todo tiempo pasado fue mejor.

Yo soy profesor de filosofía y estoy casado con una profesora de historia, por lo que en nuestra familia se lee, se discute y se aprende del pasado. Ahora bien, este aprendizaje nos permite entender cómo estos mismos representantes, que han hecho del Congreso Nacional o de los cargos de representación sus profesiones, no estén concentrados en trabajar para la comunidad que los eligió, sino, en cómo –a través de diversas negociaciones y pactos- acceder a puestos que les permitan seguir viviendo de esta actividad, que a muchos nos apasiona, pero que otros la consideran solamente para conseguir beneficios personales.

Lo anterior, se puede percibir en el silencio frente a cómo el Gobierno Central insiste en mantener las Zonas de Sacrificio en nuestro país; cómo a la comunidad científica se la ignora al momento de presentar sus inquietudes; cómo el Gobierno Central se encuentra más preocupado de expulsar a los inmigrantes, en lugar de mejorar las condiciones para que tanto chilenos como extranjeros tengan dignidad. Por otro lado, vemos el desdén ante el anuncio de La Moneda de “flexibilizar” y precarizar aún más el empleo de los trabajadores, eliminando –además- totalmente las indemnizaciones por años de servicios de los trabajadores al momento de ser despedidos.

Esta ansiedad por mantener los puestos o ser electo en un periodo posterior, inmoviliza a representantes y funcionarios de exclusiva confianza del Presidente de la República. Es por ello, que hago un llamado a trabajar en unidad y por nuestra comunidad, a entregar espacios para que surjan nuevos liderazgos desde nuestras filas y a representar las inquietudes de la población que nos eligió o que representamos, porque es esta población la que vive las consecuencias de las crisis ambientales, la falta de dignidad y la falta de oportunidades, debido a la centralización que no permite a las regiones desarrollarse ni diseñar realmente su futuro.

Mis maestros me decían: “la política es para servir a otros y no para servirse”. Por lo tanto, pienso que intentar perpetuarse ilimitadamente en los cargos le hace daño a la política, especialmente si sólo trabajan para ser reelectos o para mantener sus puestos de poder: como si esa vieja nostalgia por el tiempo pasado, donde podían -desde sus cocinas- repartirse el poder, aún se encuentra presente en cada pasillo, en cada reunión, en cada encuentro.

By Ricardo Díaz Cortés, Consejero Regional

Ricardo Díaz es Consejero Regional (Core) por la provincia de Antofagasta y preside la Comisión de Salud y Medio Ambiente.

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