Ricardo Díaz Gobernador

Marcha por la Ciencia: “No necesitas traer a un premio nobel para que te diga que necesitas áreas verdes”

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Mientras en los alrededores del Ferrocarril Antofagasta un gran número de personas participa del Festival de Ciencias “Puerto de Ideas”, en Prat con Matta los verdaderos trabajadores de la ciencia de la ciudad, junto a otras 556 ciudades del mundo, conmemoraron la Segunda Marcha por la Ciencia, llevando el conocimiento científico a ese público que no está cautivo, democratizando la ciencia a costo cero y sin el financiamiento millonario de las grandes empresas.

El 14 de abril de 2017 más de 550 entidades científicas a nivel mundial organizaron marchas por todo el mundo con el objetivo de oponerse a las medidas que Donald Trump imponía en Estados Unidos y que irían en directo detrimento de la investigación científica. Antofagasta no estuvo ausente y un año después, la Segunda Marcha por la Ciencia trata de democratizar el conocimiento científico, llevando la ciencia a la calle, gratis y tratando de encantar a ese público al que no le interesa.

A juicio de Bernardita Valenzuela, Doctora en Ciencias Aplicadas y  vocera de la Marcha por la Ciencia en Antofagasta, las medidas de Trump repercuten en científicos de todo el mundo, porque se trata de la toma de decisiones sin conocimiento científico.

“Cuando alguien te dice “mira, esto no lo vamos a hacer así, porque económicamente no es rentable”, eso es una muy mala decisión”, afirma.

“Sin ciencia no hay conciencia”. La consigna se oye por las calles del centro de Antofagasta en la garganta de un pequeño grupo de hombres y mujeres de bata blanca. Son investigadores, doctores en ciencia, científicos que se dan la tarea de hacer ciencia en condiciones adversas.

Chile posee la inversión más baja en I+D de los países OCDE, con sólo un 0,39% del producto interno bruto. Casi un chiste, si se le comprara con la inversión de países como Corea del Sur, con un 4,29% del PIB, seguidos por Israel y Japón, con un 4,11% y un 3,59%, respectivamente.

“Actualmente existen 1800 estudiantes que se están preparando con Becas Chile, en el extranjero. Tendremos investigadores de todas las áreas. Y van a volver, algunos de ellos a nuestra región, y no tenemos trabajo para doctores. Acá tú trabajas en una universidad y si la universidad no tiene cupo, te quedas sin trabajo. Y te queda solo trabajar en la minería en algo que nada tiene que ver con tu doctorado”, nos cuenta Bernardita.

Esa es la realidad que enfrenta la comunidad científica en nuestra región y en Chile. Antofagasta posee una gran cantidad de investigadores y cualidades naturales que la vuelven un verdadero tesoro para la investigación científica. Sin embargo, todo ese potencial se pierde, producto de la baja inversión del Gobierno en la materia y la nula inversión que la empresa privada hace.

“En nuestra región tenemos excelentes investigadores y la gran mayoría han hecho sus doctorados en el extranjero y vuelven a Antofagasta, a hacer investigación con todo lo que eso significa. Bajo presupuesto, no tienes muchas redes, sin embargo lo hacen y bastante bien”, afirma.

EL PUERTO DE IDEAS DEL PUEBLO

En Chile, la organización de la Marcha por la Ciencia nace desde abajo, desde estudiantes de pre grado. Se trata de una organización muy horizontal, sin una orgánica muy definida, tal como ocurre con los movimientos sociales que reaccionan ante el descontento generalizado de los pobladores frente a un tema contingente.

Se trata entonces de eso, del descontento generalizado del mundo científico que ve cómo recursos  que podrían ir a investigación se gastan en limpiar la imagen de empresas privadas acusadas de graves daños ambientales, pero que organizan verdaderas “alfombras rojas”, trayendo personalidades científicas de renombre mundial y olvidando que a nivel local también existen investigadores cuyo prestigio trasciende nuestro desierto.

“La iniciativa de Puerto de Ideas es una buena alternativa, pero no tiene un sentido regionalista. Nosotros tenemos investigadores acá que no están formando parte de Puerto de Ideas y además, la Marcha por la ciencia tiene a 556 ciudades en todo el mundo participando. Es un movimiento mundial.  Y que Puerto de Ideas genere una actividad el día de conmemoración a nivel mundial genera ruido, porque si queremos fomentar la investigación y la divulgación, ellos deberían haber organizado la marcha, o al menos haber sido parte de ella”, afirma Bernardita.

Mientras conversamos, Bernardita nos acerca a un toldo donde un joven enseña a un niño el principio de la cinética en forma práctica. Sentado en un piso giratorio y con pesas en las manos, el niño aumenta o disminuye su velocidad alejando y acercando el peso a su pecho.

“Acá, el énfasis que queremos darle es que la gente, la comunidad que pasa todos los días por el centro, pueda acceder a estas actividades. Por eso es que estamos en Prat con Matta. Nosotros creemos que el conocimiento, la generación de conocimiento, es gratuito y tiene que ser compartido con la gente”, nos comenta mientras sonríe.

A diferencia de lo que ocurre con otras marchas, la Marcha por la Ciencia también trata de generar conciencia en quienes toman las decisiones en Chile, tanto en el nivel central como regional, para que dichas decisiones sean basadas en hechos científicos y en el conocimiento. Hacerlo de otra forma genera destrucción y afecta a la población, aunque la gente no logre apreciarlo.

“El Gobierno debería fomentar el ingreso de investigadores a sus áreas. Te pongo un ejemplo: Hace poco, el MOP hace unas modificaciones en el acceso sur y desapareció el humedal. Pasaron las retroexcavadoras y eliminaron todas las plantas de sitio. Y era el único humedal costero que tenía Antofagasta, en un sitio donde tenemos muy pocas áreas verdes, tenemos muy pocos lugares de esparcimiento. Y ahí no hubo consulta, no hubo nada. Y considerando que en Antofagasta tenemos personas que se dedican a hacer investigación en esas áreas y que podrían haber asesorado el trabajo”, nos cuenta con un dejo de congoja en su voz.

El humedal destruido en pos del progreso pasará al recuerdo sin portadas, sin cobertura mediática y sin presencia en grades festivales de ciencia.

“Mira, hoy en día la investigación en Antofagasta está bien desarrollada. Y nos falta, porque tenemos muy pocos recursos aún, pero tienes investigación muy desarrollada. Tú no necesitas traer un premio nobel que te diga que tienes que tener más áreas verdes en el lugar”, concluye.

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