En noviembre del 2018, los funcionarios de la salud primaria de Calama mantuvieron paralizadas sus funciones durante cinco días, argumentando que desde el año 2016 la Municipalidad de Calama no traspasaba los recursos de la subvención municipal, debidamente aprobados en los presupuestos anuales.
El conflicto terminó con la salida del entonces director de Salud de la Corporación Municipal de Desarrollo Social, Humberto Argandoña. En su reemplazo asumió Pía Cortés, quien hasta allí se desempeñaba como directora del Cesfam Alemania. Dicho cambio en la dirección y la constitución de una mesa de trabajo entre las autoridades y los gremios de la Atención Primaria de Salud (APS) parecían indicar que el rumbo se enmendaba. No obstante, desde entonces, la crisis del sector se ha profundizado, al menos así lo han indicado diversos actores.
La pasada semana fueron los concejales Ricardo Campusano, Carolina Latorre, José Mardones y Dinka López quienes manifestaron su alarma. Latorre responsabilizó al alcalde “por su desdén y pésima gestión, al no traspasar las subvenciones para que funcione como corresponde y dejando que se produzca además un tremendo déficit”. Campusano, por su parte, indicó que no descartaban informar a Contraloría de la situación.
Esta semana, en tanto, el estamento médico de APS entregó detalles del complejo escenario, a través de una declaración pública. En el escrito, indican que “Desde hace dos años que APS no ha recibido aporte municipal, aun siendo aprobado por el Concejo edilicio un monto de 698 millones 836 mil para el año 2017 y 989 millones 72 mil para el año 2018. Hasta la fecha APS no ha tenido información oficial, por parte de la Municipalidad de Calama, de la razón por la cual no se hizo el traspaso de dinero”.
Los facultativos acusan que la nueva directora de salud “ha realizado modificaciones que van en directo desmedro de los usuarios”.
Entre algunas consecuencias, los médicos indican que se han eliminado medicamentos básicos y esenciales para el manejo de los pacientes, se han disminuido insumos clínicos, como materiales para curaciones de enfermería, eliminación de exámenes de laboratorio necesarios para el diagnóstico de ciertas enfermedades, cierre próximo de la Óptica Ciudadana, disminución de frecuencia de rondas a posta rural (bajando de 3 mensuales a 1), eliminación de la ambulancia de la posta rural de Chiu Chiu , entre otros.
Asimismo, develaron que se tienen deudas con proveedores de medicamentos e insumos por casi 200 millones de pesos, “lo que significa que que ya no se podrán realizar licitaciones con dichos proveedores, lo cual generará a futuro más quiebres de stock de medicamentos e insumos, en directo desmedro de los pacientes”.
Durante estas jornadas, los gremios ASOGREM y AFUSAM convocarán a asambleas para definir, con las bases, las acciones a seguir. Los concejales que expresaron su preocupación, en tanto, plantearon la posibilidad de desarrollar una sesión extraordinaria para analizar el complejo escenario, sin descartar la presentación de la acusación a Contraloría.
Por lo pronto, la crisis se acrecienta y los calameños lo resienten.
Paula Corina Hernández