Cristina Dorador lidera agrupación de investigadores y comunicadores de la ciencia que busca crear conciencia sobre el patrimonio natural de la región

Por Redacción Ene16,2023

Este lunes 16 de enero hizo su estreno “Halófilos”, agrupación de divulgación científica, comunicación de la ciencia y los conocimientos, cuyo objetivo es dar a conocer a la comunidad y a toda la región de Antofagasta la importancia de la protección de los salares y las cuencas altoandinas y del desierto de Atacama en el norte de chile.

Esto, principalmente debido a las múltiples amenazas que enfrentan estos ecosistemas frágiles, lo que motivó a este grupo a buscar visibilizar a través de distintas herramientas y productos, el conocimiento científico que existe en estas zonas, debido a las aplicaciones que se pueden generar a futuro, las cuales exceden en mucho a la tradicional minería.

“Halófilos” está conformado por comunicadores, comunicadores de la ciencia, divulgadores y divulgadoras, ilustradores, periodistas, científicos y científicas. Detrás de cada uno existe un trabajo de décadas acerca de los salares y su microbiología.

En esta oportunidad se realizará una salida a terreno entre el 16 y el 21 de enero, en el que se visitarán distintos ecosistemas de la Región de Antofagasta, además de actividades con las comunidades locales, incluyendo la comunidad de Toconao, donde se realizará una charla abierta el martes 17 a las 19 horas en la sede de la Junta de vecinos.

El grupo es liderado por la científica Cristina dorador y por Verónica Molina, científica de la Universidad de Playa Ancha.

Al respecto, Cristina Dorador señaló que «los salares altoandinos tienen además un potencial biotecnológico que estamos recién empezando a explorar, pero que está en riesgo por la explotación minera. Creemos que es posible y necesario garantizar un desarrollo económico que no destruya los frágiles ecosistemas del desierto y que permita impulsar en Chile una industria biotecnológica única en el mundo».

«Nos inspira un profundo sentido humanista y la necesidad de democratizar el conocimiento, que éste sea capaz de ser parte del capital cultural y simbólico de todas las personas que habitan nuestra región, especialmente de niños, niñas y jóvenes», concluyó.

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