Luego de casi siete años vuelven los Hombres de Negro, después de aquella trilogía que popularizara Will Smith y el mítico Tommy Lee Jones, en la que nos presentaban una organización secreta enfocada en velar por la protección de los seres humanos frente a amenazas extraterrestres, procurando que estas convivieran de buena manera.
Si bien es cierto la primera entrega del año 1997 fue un éxito -y bastante novedosa-, su segunda entrega no tuvo el mismo resultado, para finalmente concluir su trilogía con una tercera película que llevaba a nuestra pareja de protagonistas en un viaje al pasado, una historia que no se exploró de una forma correcta y con una trama bastante desgastada que recurrió a la emoción para tener algo que contar.
Los años han pasado y es tiempo de renovaciones. Así por lo menos lo hemos visto en distintas franquicias, como por ejemplo Los Cazafantasmas, Terminator y ahora Hombres de Negro, queriendo adaptarse a las nuevas generaciones, haciendo críticas bastantes interesantes como, por ejemplo, el nombre de la organización y la pregunta de ¿por qué Hombres de Negro?, excluyendo a las mujeres, una discusión que se abre con los diálogos de la agente O (Emma Thompson) y la agente M (Tessa Thompson).
Hombres de Negro Internacional es una película bastante más liviana que sus antecesoras, con un giro argumental bastante obvio y donde ya en el primer acto el espectador puede vislumbrar lo que viene.
La película muestra una pareja de protagonistas que uno siente ya haber visto anteriormente. ¿Por qué? Quienes están al frente son Chris Hemsworth, conocido por su trabajo como Thor en el universo de Marvel, y Tessa Thompson, quien ha participado en las dos películas de Creed y protagonizó junto a Hemsworth la cinta Thor Ragnarok, repitiendo la misma fórmula de esos personajes en esta oportunidad.
Lo primero que podemos decir es que la historia no tiene mucho que exponer y simplemente se sostiene en la química y carisma que poseen los dos protagonistas, sin ofrecer nada más en una cinta que busca salir de Estados Unidos para enfocarse en otros países, esta vez con la oficina de la organización en Inglaterra y viajando desde ahí a Francia o Italia, sin sacar provecho a estos parajes.
A diferencia de sus tres películas anteriores, la caracterización se hace a base de GCI y no por maquillaje o prótesis, algo que hasta un punto ayuda para lograr efectos visuales bastante buenos, pero llegado un punto el exceso de este recurso se nota y no se aprecia bien.
Siguiendo el aspecto anterior, nos presentan a “Peroni”, un peón de un juego de ajedrez extraterrestre que tiene vida propia y que desde que es introducido en el segundo acto de la película empuja bastante con su humor, sarcasmo y su particular forma de relacionarse con la pareja de protagonistas.
En conclusión, estamos frente a una película que no nos prometía nada y sin pena ni gloria pasará a ser un filme que buscaba ahondar en esta organización de Hombres de Negro, pero no lo hace de la mejor manera, solamente sosteniéndose en la química y carisma de sus protagonistas, dejando de lado el significado de lo que pudo haber sido una buena historia.