The Cure: Disintegration, a 30 años de la ópera prima de Robert Smith

¿Se puede hablar de The Cure sin mencionar Disintegration?, un disco que por estos días cumple 30 años y que la banda celebrará a lo grande o por lo menos eso se espera con el anuncio de un concierto en el que tocarán la totalidad del álbum en vivo y siendo transmitido vía Facebook.

Para entender la importancia de este trabajo, hay que volver en el tiempo a fines de la década de los 80’s. Robert Smith vocalista, guitarrista, líder e icono de la banda se encontraba en medio de una crisis personal relacionada con su cambio de folio llegando a los 30 años, ya no se sentía joven y veía como aún no conseguía tener su “Ópera prima” con su banda y menos individual.

A diferencia de otros grupos británicos de la época, The Cure nunca entró en directo conflicto con el gobierno de la Primer Ministro Margaret Thatcher. Aunque a comienzos de la década de los 80’s fueron fuertemente influenciados por el extinto grupo proveniente de Manchester y liderado por Ian Curtis Joy Division, con el sonido postpunk con sentimientos de perdición, ira y tristeza, fieles sensaciones de la juventud británica en la época, derivados por los conflictos sociales, culturales y políticos que vivía el Reino Unido.

A mediados de la época la banda tuvo un cambio a un pop, situación que se denota en los trabajos The Head On The Floor (1985) y Kiss Me, Kiss Me, Kiss me (1987), de los cuales se desprendían cortes como Inbetween Days, Close To Me o Why Can’t Be You?. Ambas placas los llevaron a consolidarse en el mercado americano, impulsados también por sus videoclips que marcaron tendencia en MTV. Pese a esto Smith sentía que aún le faltaba algo.

En ese contexto Smith crea este álbum, el cual nos sumerge en una dura atmósfera melancólica de perdición, en un trabajo compuesto por 11 canciones, partiendo con Plainsong como declaración de lo que viene, con la voz del líder de la banda perdiéndose en los ecos creados por sintetizadores. Luego pasando por el sencillo Pictures Of You, una balada de desamor en la cual su narrador cuenta como unas viejas fotos le ayudaban a mantener un vínculo especial con su ser amado, pero estas son destruidas por el mismo.

Lovesong posee un coro increíble, una promesa de amor que se reafirma durante toda la canción, de una manera que solo Smith podría expresar. Luego destaca Lullaby, eje central de este trabajo reflejando al rock gótico y misterio en su máxima expresión en lo que resalta el sonido de cuerdas y la voz de Robert Smith, acompañado de uno de los videoclips más conocidos de la banda, Fascination Street. En él la guitarra toma más relevancia de lo que va en el disco, sin perder la preponderancia del sintetizador que nunca pierde protagonismo, destacando finalmente Disintegration, repitiendo la misma fórmula anterior, esta vez con una letra poética, profunda de tristeza y soledad.

Por su parte, previo al lanzamiento de este disco existía cierta desconfianza por parte de la discográfica por la duración de las canciones, pues la mayoría supera los tres minutos, situación muy diferente al promedio de las canciones pop que eran tocadas por las emisoras radiales. Por ejemplo, Pictures Of You como sencillo tiene una duración de 4:48 frente a los 8:08 minutos que dura la versión del álbum.

Finalmente, Disintegration es el resultado de una crisis de Robert Smith y también como el deseo de tener una gran obra antes de los 30 años, volviendo a las raíces, mezclando un sonido oscuro, misterioso, melancólico y gótico. Aquí destacan elementos principales de sintetizadores y guitarras eléctricas junto a la característica voz de su vocalista, creando una atmósfera única, como solamente The Cure lo podría hacer, para finalmente ser uno de los principales discos de una década y una cultura.

By Daniel Gatica

Daniel Gatica es periodista y reside actualmente en Antofagasta.

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