El movimiento «Calama sin Plomo» se encuentra en estado de alerta y movilización hace varios meses, denunciando la contaminación que provoca en la comunidad una planta procesadora de baterías, única en el país, donde se procesa el plomo para su reutilización, lo que provocaría graves efectos en la salud de las personas.
A lo anterior se suma un nuevo proyecto de la empresa RAM-Recimat, que significaría una nueva planta procesadora de plomo en Calama, lo que ha motivado una serie de protestas y movilizaciones ciudadanas.
Este jueves 5 de abril se produjo una movilización que terminó con una toma de la municipalidad de Calama, la que terminó con numerosos vecinos heridos, quienes denunciaron violencia por parte de guardias municipales.
La diputada por la región de Antofagasta, Catalina Pérez (RD), quien preside la comisión de medio ambiente de la cámara de diputados, se refirió a estos hechos.
«Lamentamos profundamente los hechos de violencia ocurridos el jueves pasado en el municipio de Calama. Creemos que cuando no se escucha a las comunidades y cuando se cierra las puertas al movimiento social, lamentablemente los vecinos y vecinas no ven otra oportunidad de hacer que las autoridades realmente los escuchen», indicó la parlamentaria.
Sobre las movilizaciones, Catalina Pérez consideró que son justas, ya que se trata de un problema grave, pues «la contaminación por plomo en Calama atenta directamente contra la vida, la dignidad y la salud de las personas y también de nuestro medio ambiente en la segunda región».
«Nos encontramos disponibles desde la presidencia de la comisión de medio ambiente y también desde la diputación, para poder iniciar el diálogo y apoyar a los vecinos y organizaciones sociales y hacer un llamado también a que seamos todas las autoridades de la región las que abramos las puertas a ese diálogo y estemos disponibles para dar finalmente soluciones concretas a la comunidad», concluyó la representante del Frente Amplio.