Stranger Things, temporada tres: ¡Que venga la cuarta!

Por Daniel Gatica Jul9,2019

Este fin de semana llegó una nueva aventura con la tercera temporada de Stranger Things, centrada en la festividad del 4 de julio en Estados Unidos y la aparición de una nueva amenaza proveniente del “Upside Down”. Esto, mezclado con la aparición de los rusos, que cronológicamente marcan el periodo histórico del conflicto de la Guerra Fría.

El tiempo ha pasado durante estos años y en los ochos episodios que componen esta temporada esto queda en evidencia, no solo en los niños que nos sorprendieron en la primera temporada, sino también con una maduración de personajes que sufren con el miedo a crecer y los cambios que esto conlleva.

Algo fantástico de esta temporada es que vemos finalmente la relación de Eleven (Millie Bobby Brown) y Mike (Finn Wolfhard), pero sorprendentemente dan un giro tremendo a esta situación deconstruyendo su relación amorosa, en que el personaje de Max (Sadie Sink) posee un papel importante concientizando a Eleven para que cuestione su relación y su propia vida.

En ese sentido también podemos evidenciar la labor de la mujer en el periodismo, con el caso de Nancy (Natalia Dyer), que comienza a trabajar como pasante en un diario, sus jefes y colegas que la humillan y se burlan, destinándola a actividades secundarias como servir café o responder los teléfonos, situación que durante la época era bastante común en el medio.

Durante esta temporada se quisieron explorar diferentes ámbitos y situaciones, por lo que los guionistas acudieron a típica fórmula de separar a los personajes con historias particulares que en algún momento deben converger. Este quizás es uno de los problemas de esta temporada, con una historia que no fluye como en ocasiones anteriores, sino que es interrumpida constantemente por las historias de cada personaje, cortando la narrativa por lo menos en la primera parte de la temporada.

Los villanos vuelven a ser los típicos provenientes del Upside Down, personificados en esta ocasión en el personaje de Billy, trabajo fantástico del actor Dacre Montgomery. Su personaje fue presentado en la temporada anterior y ahora cobra mayor relevancia. Por otra parte, tenemos la aparición de un grupo de espías y soldados rusos que ponen una base en medio del nuevo centro comercial, personajes que ayudan a revitalizar la historia, pero que no son presentados de la mejor manera e incluso tampoco explican mucho cómo llegaron ahí, esperando que en las próximas temporadas se hable más de esto.

Como en la temporada anterior, introducen nuevos personajes que funcionan con la química de los ya consolidados y coexisten bastante bien, sorprendiendo en la historia. En esta nueva temporada llegan Robin, Alexei y Murray, personajes que son necesarios conocer.

Un aspecto fundamental es la producción, en especial aspectos como la fotografía, vestuario o montaje. Realmente el espectador siente que está en los 80’s. El uso de los colores y el contraste le entrega una identidad única a esta serie.

Finalmente, Stranger Things temporada tres funciona, es correcta y por momentos tenemos nuevamente esa magia que nos atrapó con una historia y personajes fantásticos. Mención especial para Winona Ryder y David Harbour con ese final lacrimógeno con aires de cambio, algo necesario. Y un llamado de atención para los Duffer Brothers para lo que viene en el futuro: Es necesario cambiar la fórmula narrativa y no dormirse en los laureles, por lo menos eso es lo que se espera con la escena post crédito del último capítulo que nos deja más preguntas que certezas y desde ya nos hace esperar una cuarta temporada.

By Daniel Gatica

Daniel Gatica es periodista y reside actualmente en Antofagasta.

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