Si eres de los que les encanta tener su jardín verde y floreado, seguramente sabrás que no es una tarea sencilla lograrlo. Sobre todo cuando comienzan las altas temperaturas, que con ella llegan otros invitados indeseados: las plagas y la sequía. Pero por suerte existe un dispositivo sumamente efectivo y sencillo para combatirlos: un pulverizador.
Muchas veces, tanto los jardineros como las personas que disfrutan de cuidar sus propios espacios verdes, suelen utilizar pesticidas sin demasiada cautela o conocimiento. O aún peor, lo vierten sin ningún dispositivo que regule la cantidad, haciendo que igualmente las plantas o césped se arruinen.
Es por eso que hacer una inversión en un buen pulverizador te dará la tranquilidad de poder cuidar el medioambiente que rodea a tu hogar, sin poner en riesgo otros factores que quizás no tengas en cuenta.
Tipos de pulverizadores
Lo primero que debes tener en cuenta es que existen una gran variedad de modelos, con diferentes características que puedan darte mayores facilidades. Vale aclarar que en todos los estilos, están los dispositivos manuales. Suelen ser pequeños, lo cual les da la cualidad de ser fáciles de transportar. Su tanque tiene una capacidad que oscila entre el 1,5 litros y hasta 8 litros.
Los pulverizadores manuales al tener una sola manija para poder trasladarlo y un gatillo con manguera de extensión mediana, son un modelo ideal para aquellos que tengan un jardín pequeño o para balcones, ya que no son demasiado cómodos. Aunque su mayor cualidad, es que son las más económicos.
Otro modelo, que es uno de los más populares, son los manuales con mochila incorporada. Esto permite que puedas colocar el tanque en tu espalda y poder llevar el pulverizador a cualquier parte de tu jardín, sin demasiado esfuerzo. Además, gracias a esta modalidad, existen algunos modelos de mayor capacidad, que van desde los 3 litros hasta los 16.
Por último, están los fumigadores carretilla. Obviamente, son los que tienen mayor carga, que incluso pueden superar los 150 litros. Por su tamaño y capacidad, estos dispositivos están más pensados para aquellos que tienen jardines grandes, campos y sobre todo si tienes cosechas de diferentes vegetales y hortalizas. Al tratarse del modelo más completo y complejo, es el más caro del mercado.
Cómo utilizar correctamente un pulverizador
La mayoría de los pulverizadores que son de mochila tienen un recipiente que funciona a presión. Esto permite que el líquido sea rociado de manera uniforme y de manera constante. Pero, además, algunos de estos dispositivos están equipados con un manómetro en la válvula, que indica el nivel de presión. Esto es fundamental para que el rocío sea de manera uniforme y no queden espacios sin cubrir o algunos con sobrecarga.
Algo muy importante a la hora de usar un pulverizador, es saber medir la dosificación de la cantidad de líquido. Hay dos maneras de hacerlo, una es seguir las instrucciones de la etiqueta del producto que quieras utilizar. La otra es algo más compleja, ya que la concentración dependerá de la solución.
Por ejemplo, si quieres pulverizar una parte del cultivo con un pulverizador de mochila, que tenga una superficie de 150 por 3 metros. Esto equivale a que el área es de 450 m². Si la etiqueta indica que se necesitan 5 litros de agente por hectárea con 200 litros de agua, entonces deberás colocar 9 litros de agua y 225 ml del insecticida o producto que quieras colocar.
Los cuidados al usar un pulverizador
Al tratarse de productos que pueden ser tóxicos, es recomendable que al momento de colocarlo en los tanques lo hagas con barbijo, guantes y protector en los ojos. Y es fundamental que en el momento de usar un pulverizador en tu hogar, no estén bebés, niños, personas con enfermedades respiratorias, ni mascotas.