Columna | Señor Luksic: ¡Cierre el galpón, elija Antofagasta y a su gente!

Por Redacción Sep14,2018

“No hay peor ciego que el que no quiere ver”. Molesta la forma en que el empresario Andrónico Luksic no se hace responsable de la contaminación que su empresa ATI genera en Antofagasta, insistiendo en tres puntos: 1) que su empresa en su constante preocupación por la gente, ha hecho mejoras a los procesos de traslado y embarque de concentrados, 2) que ellos han vivido en carne propia los episodios de cáncer producto del agua con arsénico que por años se consumió, pues la contaminación es histórica y 3) que si el puerto contamina el Estado debiera cerrarlo. Al respecto quiero señalar siguiente:

ATI comienza sus operaciones en nuestra ciudad el año 2003 y operó sin ninguna supervisión hasta el 2013, año en que levantamos el movimiento social #EstePolvoTeMata cuestionando su manera de operar. Era una empresa sin vinculación con la ciudadanía que, sin importarle la opinión de los vecinos, instaló un Galpón industrial en medio de la ciudad, afectando el patrimonio turístico de su costanera e impidiendo su desarrollo.

Las grandes mejoras de las que habla Luksic son los tres galpones que instalaron y que decían que eran herméticos, sin embrago según fiscalizaciones realizadas por la SMA (Superintendencia de Medio Ambiente), se evidenciaron notables fugas de material y por ello 2 fueron cerrados. Ante la presión ciudadana surge el APL (Acuerdo de producción Limpia), del que no hemos visto mayores beneficios ambientales. El mismo reclamo ciudadano generó que ATI fuera sancionada y obligada a limpiar la ciudad que por años ha ensuciado, puesto que desde que nace el movimiento esta empresa ha sido fiscalizada y ha recibido tres procesos sancionatorios.

Punto aparte merece el sistema de limpieza que están utilizando, basado en tres personas que barren con palas y escobas y un par de máquinas barredoras que levantan más polución de la que aspiran, tema que da para otra columna. Fue el movimiento el que obligó a la empresa a invertir en mejoras, a generar una vinculación con la sociedad y también a que la SMA fiscalice. No fue su responsabilidad empresarial, sino que la presión que por años hemos realizado.

Es cierto lo que dice el empresario: Antofagasta por años ha sufrido distintos episodios de contaminación, producto del centralismo de nuestro país que por años ha decidido sacrificarnos en favor de industria minera. Fue el movimiento social el que logró que la gran minería reconociera su falta y que hoy en día se hable de algo que por mucho tiempo era tabú: La contaminación y los efectos en la vida de las personas. Lo que no entiendo es que si ha vivido en carne propia estos episodios y sabe que la ciudad está contaminada, ¿por qué instala otro foco de contaminación como el galpón y por qué insiste testarudamente en mantenerlo si reconoce que es un mal negocio? Luksic sabe que está actuando mal, sabe que su galpón genera daño a su nombre y sabe que contamina, pero en su orgullo no está dispuesto a reconocerlo ni menos retirarlo.

Respecto de la permanencia del puerto, se equivoca Don Andrónico: Nadie quiere cerrar el puerto. Queremos que cierre el galpón y saque el foco de contaminación. Sin embargo, es necesario que se entienda que en esta frase hay un trasfondo. Él sabe que si el Estado decide cerrar el puerto, deberá indemnizarlo y de esta forma recuperaría la inversión, que según sus propias palabras le genera pérdidas económicas

Yo soy profesor y creo que toda persona puede cambiar, por lo que la señal de tener a un empresario “poderoso” que tiene que salir a darnos explicaciones es la esperanza de que quizás cambie su actitud y empiece a escuchar.

Señor Luksic: ¡Cierre el galpón, elija Antofagasta y a su gente!

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