Por Nicolas Aguirre Murray
Hace poco se estrenó ROMA en Netflix, una película de Alonso Cuarón con la participación de Yalitza Aparicio y Nancy García, dos Actrices Oaxaqueñas.
La verdad es que me llamó la atención por el nombre y por el estilo… está en blanco y negro, algo curioso para 2018 (2019 o lo que sea). La vi en tres partes, en tres días, esto no por aburrimiento, si no por dolor y el análisis que produce. Inmediatamente se me vienen a la cabeza tantos aspectos desglosables y definibles, para luego desaparecer y convertirse en lo que son: solo es el reflejo puro de pobreza y desigualdad hasta no poder. Por ahí también vi un artículo que habla sobre “la Belleza de la Pobreza”, esto obviamente en tono irónico.
Otro hecho por el cual la vi en tres partes es por la hermosa fotografía que presenta la película, con unos planos preciosos, blanco y negro luminoso y poco contrastado. Creo es un dato de disfrute a destacar… en especial tengo tres imágenes en la cabeza que no me dejan de impactar, dos de ellas están al medio y al final y la última se encuentra en la habitación de Cleo, casi cuando faltan 26 minutos para terminar. La escena posterior es simplemente brutal.
No tengo claro si es que el autor quiso reflejar las diferencias de clases, el aborto (y la decisión de ser madre), la movilidad social de una familia con mucho dinero, el abandono y la agresividad de un futuro padre idiota y fascista (pobre)… no lo se. Tampoco quiero dar adelantos o spoilers, hay que verla.
Cleo, la personaje principal, no solo se desarrolla de forma espléndida. Cada rasgo facial, cada expresión, cada palabra de su boca, reflejan el capitalismo salvaje en que vivimos… y vivieron en esa época. Es tan real que cada persona puede llegar a verla en la calle o en el trabajo… en lo personal lo veo a diario.
Tan solo hay que abrir los ojos un poco.
Paula Corina Hernández