Serie de estudios Ordhum: ¿Clúster o enclave minero en la región de Antofagasta?

Por Redacción Jul 5, 2019

Regionalista.cl continúa con la difusión de una serie de estudios realizados por el Observatorio Regional de Desarrollo Humano (ORDHUM) de la Universidad Católica del Norte (UCN), con el objetivo de contribuir al debate y la discusión de temáticas de interés público para la región de Antofagasta.

En esta oportunidad abordaremos el estudio de los investigadores Martín AriasMiguel Atienza y Jan Cademartori (2013) que analiza el impacto que generan las actuales empresas multinacionales mineras en el desarrollo económico de la región Antofagasta.

La región de Antofagasta ha tenido una alta presencia de empresas multinacionales mineras. Entre los años 1880 y 1930, Chile fue el mayor productor mundial de nitratos, lo que supuso que la economía nacional desarrollase un importante nivel de dependencia con este sector, así como la salida de considerables remesas de beneficios hacia el extranjero, principalmente al Reino Unido mediante las multinacionales británicas.

Este período terminó abruptamente a principios de la década de 1930 debido a la invención de los nitratos sintéticos, lo que condujo a una de las crisis económicas y sociales más graves en la historia de Chile. El caso de los nitratos de Chile no fue una excepción, en varios países receptores de inversión extranjera en el mismo sector, las regiones mineras receptoras no lograron alcanzar el desarrollo esperado.

Por lo anterior, existe preocupación por conocer si el impacto que generan las actuales empresas multinacionales mineras en la región Antofagasta permitirán el desarrollo económico de la región mediante efectos tales como: los encadenamientos productivos con las economías locales, las transferencias de conocimientos entre trabajadores y una mayor diversificación productiva.

En este sentido, el presente estudio investiga el impacto que generan las empresas multinacionales extranjeras en el desarrollo actual de las economías locales de Antofagasta. Esto con el fin de conocer si las multinacionales mineras han producido una economía de cluster, lo que supondría tener un grupo de empresas interrelacionadas que trabajan en un mismo sector industrial y que colaboran estratégicamente para obtener beneficios comunes, fortaleciendo la diversificación de la economía, generando encadenamientos productivos, transfiriendo conocimientos y mejorando la cualificación de los grabadores de la región.

Por otro lado, también se podría haber generado una economía de enclave, en la que estas grandes transnacionales no dinamizarían el mercado local, dificultarían la diversificación productiva, la industrialización de la región y podrían profundizar la dependencia al recurso extraído, incluso hacer a la región más vulnerable frente a los ciclos de precios del recurso.

Los resultados de los análisis muestran que, a pesar de una fuerte tasa de crecimiento económico, la región de Antofagasta mantiene muchas de las características de economías de enclave, escenario en el cual la inversión extranjera está alejada de las economías locales, y una vez terminado el ciclo de extracción esto podría conducir a formas de desarrollo menos sostenibles.

Esto plantea serias dudas sobre la sostenibilidad del crecimiento regional y sus posibilidades de desarrollo a largo plazo. En el caso de la region de Antofagasta, la evidencia señala que cerca del 89% de los principales proveedores del sector minero chileno se encuentran en Santiago, de los cuales el 65% no tiene sucursales fuera de la capital. Además, este sector subcontrata a casi dos tercios de los trabajadores, lo que pone en duda que, en el caso de la región de Antofagasta, haya resultado en una mejora de la competitividad de las empresas locales.

Según la encuesta de una muestra de 597 pymes regionales en 2007 y 2009, las empresas subcontratadas en el sector minero mantenían las formas tradicionales de gestión, hacían poco esfuerzo por modernizarse y tenían mayores tasas de fracaso que otras empresas. Casi el 90% de estas empresas carecían de algún tipo de certificación internacional y solo el 1% declaraba tener exportaciones al extranjero.

Este tipo de economía de enclave ha producido una nueva forma de dependencia de la región de Antofagasta hacia las grandes empresas multinacionales mineras del cobre, sin aparentemente generar un desarrollo sustentable de largo plazo.

Publicación: https://doi.org/10.1093/jeg/lbt007

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