Preocupación por aumento de problemas de salud mental en el norte de Chile

Por Maryory Jarecca Jun3,2021

Síntomas se habrían intensificado debido a las prolongadas cuarentenas producto del Coronavirus.

El martes 11 de mayo el Presidente Piñera anunció la publicación en el diario oficial de la nueva Ley de Protección a la Salud Mental. Proyecto que fue impulsado por la diputada Marcela Hernando y que se hizo oficial una semana después de conocerse la encuesta “Termómetro de la Salud Mental en Chile ACHS-UC”, que reveló que los síntomas de depresión de los encuestados llegan al 46,7%.

La parlamentaria del Partido Radical expresó que los pacientes que tienen alguna patología, discapacidad o están catalogados dentro de los trastornos de salud mental, son los más vulnerados y que esta ley tiene como propósito revindicar sus derechos, y que además “viene a proteger esos derechos y asegurar que sean respetados”.

Preocupantes resultados

La tercera edición del “Termómetro de la Salud Mental en Chile ACHS-UC”, realizado por la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) y el Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Universidad Católica, abarcó a 1.400 personas entre 21 y 68 años a lo largo del país. El estudio reveló que el 46,7% de la población experimenta síntomas de depresión. Los habitantes que más experimentan problemas en su salud mental son los de la zona norte con un 39,7%, el más alto en comparación con la zona sur que registró un 28,6% y la región metropolitana con un 33,8%.

En opinión de la coordinadora y psicóloga del Consultorio de Salud Mental (COSAM) Norte en la comuna de Antofagasta, Mariana Fernández, “podemos observar una mixtura de síntomas ansiosos y depresivos,  que tradicionalmente dominan las estadísticas de salud mental y en este contexto de pandemia aparecen como el motivo de consulta más frecuente”.

Tiempos de pandemia

De acuerdo a la encuesta, el 45,9% de las personas evalúa que su estado de ánimo actual es peor en comparación con la situación anterior a la pandemia. Fernández explica que surgen reacciones adaptativas, pero también desadaptativas que son producto de los cambios. En muchos casos las pérdidas asociadas a la contingencia son las que se transforman en síntomas.

“Es así como en la población previamente considerada sana, existe más prevalencia de malestar somático (agotamiento, alteraciones de los ciclos biológicos, como lo son los trastornos del sueño), mental (dificultades de concentración, en general menor rendimiento asociado a un mayor nivel de exigencia y a estados de alerta mantenidos en el tiempo) y emocional (ansiedad y síntomas depresivos, como desgano y disminución de la capacidad de disfrute entre los más comunes)”, aclaró la profesional.

Aumento de atenciones y políticas públicas

Fernández considera que tanto en el sistema público como en el extra sistema se aprecia un aumento en la demanda de atenciones de salud mental. “En ambos casos, la oferta de especialistas es menor a la demanda y el costo de los tratamientos, sumando el valor de las consultas y los medicamentos, es alto”, indicó.

Además, la psicóloga expresó la necesidad de instalar el tema de la salud mental como un elemento transversal en diversos ámbitos, como la educación, el trabajo y el quehacer comunitario. “Asimismo, revisar y actualizar el plan de salud mental existente, añadiendo la contingencia como un nuevo factor de análisis en los distintos niveles de promoción, prevención e intervención”, concluyó.

La diputada Marcela Hernando recalcó que a pesar de que se le dio escaso reconocimiento a la labor del congreso, recordó que “es una ley de mi autoría en conjunto con otros colegas que me acompañaron en la posibilidad de empujar esta ley”. Además, la parlamentaria enfatizó que esta sería una ley más profunda “si el ejecutivo hubiese querido”.

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