Regionalista.cl conversó con el actor local José Pedraza, quien asumió recientemente como director invitado para el nuevo montaje de la compañía de teatro de la Universidad de Antofagasta.
En la siguiente entrevista comentó los principales desafíos de esta responsabilidad que afronta y también sus proyectos independientes y reflexiones sobre la falta de apoyo del Estado al desarrollo artístico.
En este diálogo también nos acercamos a las motivaciones y trayectoria de este joven dramaturgo antofagastino.
Cuéntame cuándo asumiste este desafío en la Universidad de Antofagasta, de qué se trata y cuál es tu motivación para cumplir esta importante responsabilidad.
El año 2020, la Compañía de Teatro de la Universidad de Antofagasta, en su celebración número 58, me adjudicó la distinción Pedro de la Barra por mi aporte al teatro regional y el compromiso con la compañía de la Universidad de Antofagasta. Entonces, significó para mí reflexionar cómo yo puedo devolver también la posibilidad de seguir avanzando en el trabajo de la descentralización del arte y la cultura de la ciudad.
Como yo estaba en ese entonces en Alemania y regresé a Antofagasta, a través de un proyecto de teatro familiar que presenté a la universidad, la compañía decidió trabajar conmigo dirigiendo y escribiendo esta obra. Esto significa empezar a comprometerme de lleno, viviendo acá en la región y haciéndome cargo también de temas contingentes, como la contaminación, como el trabajo que tengo con la relación de la dramaturgia y los temas sociales. Entonces así fui creando está conexión con la compañía, lo que me tiene muy contento, porque soy un director joven y este año, que se celebran 60 años, me permite también poder seguir contribuyendo al teatro regional.
¿Cuáles son los planes que tienen como compañía?
La compañía es de la Universidad de Antofagasta y yo soy un director independiente al que invitan a participar acá. Yo, como todo dramaturgo y director, tengo mi área que es «El Habitante Teatro». Se trata de un lugar que yo he podido crear para poder seguir avanzando en mis estudios, pero tengo la idea de quedarme acá por un buen tiempo, seguir haciendo clases, seguir formando, seguir aportando también a la gestión cultural, a los lugares que a mí me interesan, que es nuestra trinchera, que es el lugar donde yo puedo hablar de política, sociedad, cultura, desarrollo, descentralización, etc.
Cuéntanos un poquito de tu trayectoria. Estuviste en Alemania y también has desarrollado otros proyectos.
Soy actor de la Escuela de Teatro Imagen de Gustavo Meza, de ahí me especialicé en dramaturgia. Tengo un diplomado en dirección teatral, en prácticas escénicas y siempre he estado conectado con la ciudad, tanto como actor invitado por la compañía de la universidad, trabajando en el festival ZICOSUR, el FITZA, también dentro de las posibilidades que tengo de venir a trabajar acá Antofagasta, porque estaba viviendo en Santiago. He trabajado en distintas obras, montajes, tanto como Director, como dramaturgo. Y la invitación a Alemania y a Suiza, surge también por una participación mía como actor en Iquique, en el festival FINTDAZ. Eso permitió que la compañía «El contrabando» me viera actuar y me hicieron una invitación como intérprete escénico a una estadía con ellos. Todavía estoy trabajando con ellos. Son estas instancias que tengo durante el verano europeo de poder trabajar allá y aprender también. Y en Alemania estaba en un encuentro de arte político, en un seminario que se llama «Urgent Body» y que también me ha permitido seguir estudiando, profundizando los conocimientos, aprender. Y es así que llego a la dirección de esta compañía, ahora como director invitado, pero siempre he buscado también la independencia que me ayuda a crear mis propios proyectos, de una subvención muy independiente. No trabajo con subvención de ningún otro lugar, más que el aporte que realiza mi familia, los amigos y así poder sustentar un teatro que también tiene independencia.
Sobre eso mismo, sobre la familia y los apoyos, ¿qué te motivó y por qué te atrajo el teatro?
El teatro para mí es una de las disciplinas que conlleva toda el área artística en general: es pintura, es música, es danza, es imaginación, es magia. Para mí es un área muy completa y creo que como soy muy inquieto, me permite también hacer muchas cosas. Creo que el teatro me permite no solamente estar actuando, sino que también escribir, dirigir, realizar instalaciones escénicas, crear desde otros lugares. Es mucho más amplio y eso creo que es lo que más me gusta. También la gestión, crear proyectos que sean sustentables. Me permite seguir trabajando la imaginación, porque nunca se detiene. Yo termino esta obra, pero vienen otras dos más y después van a seguir otras. Porque también lo que me pasa a mí como artista, es porque tengo la inquietud de seguir creando, seguir buscando otras instancias para poder desarrollar mis propias preguntas, mis tesis, mis hipótesis. Es darme cuenta en dónde estoy, el territorio que estoy viviendo, a quién representó, cuál es mi historia, para dónde voy y cuáles son mis sueños, mis miedos.
¿Crees que existe el apoyo suficiente por parte el Estado al arte en general?
No existe, para mí no existe, ya que no es una relación de Estado, política y artistas. Las relaciones no son directas, hay lejanía. No es una relación cercana. Es una relación de competencia, de trabajo técnico, no artístico. Y los cargos de operadores políticos que están dentro de los estamentos no tienen ninguna relación con quiénes están trabajando. Yo creo que no puede ser que no tengamos contacto con los seremis de cultura, con los coordinadores de cultura, que no tengamos contacto con las personas que están dentro de estos lugares. Ahora, sí existe un contacto, como una invitación, una entrevista, ok, está, pero no hay un trabajo del día a día con los agentes culturales, no hay un trabajo coordinado. No conocen a sus artistas, no tienen una relación con el trabajo y la política de Estado, no es una política regionalista, es una política centralista, con muy pocos fondos. Lo vemos ahora con los resultados de los Fondart, de las capacitaciones. Siempre existe una política de competencia antes de saber cuál es el desarrollo artístico cultural de la región, de las comunas. No existe para mí una relación ahí.
La pandemia afectó el desarrollo artístico, pero también abrió oportunidades. ¿Cómo evalúas el momento más álgido de la crisis sanitaria y el efecto que tuvo en el mundo artístico?
Tuvo un efecto negativo en el sentido de que mucha gente que vivía de esto, que trataba de sobrevivir, no lo pudo seguir realizando. Pero aún así, creo que entendemos que la pandemia también fue un lugar que nos permitió un espacio de creatividad, nos permitió seguir pensando y reflexionando qué podemos hacer para sobrevivir sin ayuda de ningún estamento. Porque como no estamos considerados como trabajadores formales, no tenemos tampoco ayuda del Estado, en ningún sentido, más allá de quiénes cumplían con los requisitos para los IFES. Pero tampoco podríamos vivir del IFE, necesitamos desarrollar. Hasta el día de hoy no tenemos respuestas de las soluciones al mundo artístico. Cuando pasamos de fase, lo primero que se cierra son los teatros, lo primero que se cierra son los conciertos, se suspenden las actividades artísticas. Mientras que otras actividades vemos que se siguen llevando, como el funcionamiento de los mall, los centros comerciales, las tiendas, que desde esta mirada neoliberal es mucho más importante, pero a través de un desconocimiento tremendo de cuál es la importancia del desarrollo artístico. El desarrollo cultural es un desarrollo de la humanidad. Si no se entiende que el desarrollo de las artes es a través de las humanidades, de entendernos, entender nuestro comportamiento, no vamos a poder seguir avanzando.
¿Cuáles son las próximas propuestas en lo personal y en este nuevo desafío?
El próximo desafío que viene desde la resistencia, creo que hay que llamarlo así, porque estamos coordinando con distintas personas, artistas, profesionales que viven del arte independiente, poder juntarnos y crear obras, crear lugares, armar lugares donde podemos presentar, pero siempre desde la resistencia. Creo que mientras podamos conectarnos con los temas locales y seguir reflexionando a través del arte y representando la realidad de una manera artística y llevarlo al público, es el lugar que todavía tenemos hacia delante como una mirada para poder subsistir. Existe este lugar que nosotros llamamos «artistas independientes», sin financiamiento, pero sí tenemos mucho financiamiento humano, por así llamarlo. Me parece muy crítico que todavía no tengamos idea quien es la seremi de cultura, mientras que ya va a asumir un gobierno nuevo. También me parece muy deficiente el trabajo que ha realizado la municipalidad todos estos años en el tema de cultura y arte, que va mucho más allá de lo que están proponiendo ahora. Es el mínimo esfuerzo que pueden realizar. Si vemos la comuna como está, destruida, con las calles sin pavimentar, es porque también hay un llamado a cómo podemos resolverlo. Pegar cemento cualquiera lo puede hacer, pero reflexionar, no cualquiera lo puede hacer. Hay que buscar la forma en que la gente reflexione, reflexione sobre qué entendemos por comunidad, su espacio, donde viven, donde quieren vivir.
¿Alguna reflexión final?
Espero que el público general siga apoyando el arte, que el arte no tiene por qué considerarse como un espacio, como el patio trasero de la casa, sino que es el arte vivo de la región. Me gustaría poder incorporar a los museos, que también los museos deben ser interactivos para las personas, cómo poder llegar a los barrios, que la gente participe. Como podemos hacer que los proyectos no sean competitivos, sino que sean proyectos de desarrollo local. Me gustaría que las personas que están a cargo de estos estamentos tengan una relación directa con les artistes. Me gustaría que siguiéramos observando lo que pasa en nuestro entorno para poder buscar soluciones en conjunto. Sin pensamiento, sin reflexión, sin crítica, no podemos avanzar y yo creo que como un agente cultural de la comuna hay un compromiso en el crear. Ahora el compromiso tiene que ser mayor desde las personas que tienen el dinero para aportar, tanto en estudio, en capacitación, en seguir formando a las personas para que puedan desarrollarse aquí y no se vayan de la comuna, que creo que es lo más importante.
Redacción 
Jorge Ochoa Bugueño