Tras el estallido social de octubre de 2019 han quedado al descubierto los montajes y la manipulación de información por parte de la policía y el Gobierno. Asimismo, hemos sido testigos de la pérdida de toda compostura por parte de las «autoridades» y los «gremios» empresariales.
El día de ayer Antofagasta vivió una nueva jornada de movilización pacífica, con una colorida marcha por la igualdad, acompañada por la banda de músicos de la resistencia y cientos de personas. Al no haber intervención de Carabineros no se produjeron incidentes y el recorrido concluyó con tranquilidad pasadas las 21:00 horas en calle Uribe con Saavedra.
Sin embargo, minutos más tarde, a poco más de 200 metros del lugar, un tren de la empresa FCAB del grupo Luksic fue interceptado y la locomotora resultó incendiada entre las calles 21 de Mayo y Orella, lugar en que se detuvo. Poco antes los trabajadores ocupantes del ferrocarril habían sido bajados de la máquina. A los pocos minutos llegó Fuerzas Especiales de Carabineros y procedió a disparar bombas lacrimógenas, resultando detenida una persona que -según los antecedentes- no estaba involucrada en el hecho.
Hay varias reflexiones que surgen tras este hecho. En primer lugar, llama la atención el paso del tren a esa hora de la noche, ya que en las últimas semanas había dejado de transitar debido a las movilizaciones. También llama la atención la rapidez con que actuó Carabineros, arribando al lugar a los pocos minutos, en circunstancias de que ante saqueos y otros hechos pueden tardar varias horas en llegar.
Algo similar ocurrió tras el ataque a las dependencias de El Mercurio de Antofagasta, momento en que a los pocos minutos hubo intervención de las Fuerzas Especiales. Incluso, el mismísimo General de Zona de Carabineros, Rodrigo Medina, llegó hasta el lugar a verificar personalmente lo ocurrido.
Junto con condenar la violencia y los ataques que pueden poner en riesgo a trabajadores y trabajadoras, cabe preguntarse si el General de Zona se ha presentado alguna vez en una población a atender las necesidades de los vecinos que sufren el narcotráfico y otros embates. También es válido preguntarse por qué Carabineros no actúa con la misma eficiencia y rapidez ante los llamados de las vecinas y vecinos de una población ante la comisión de un delito.
Por otro lado, resulta indignante -y así ha quedado expresado a través de redes sociales- leer las declaraciones de Luksic y la alcaldesa Karen Rojo, ambos hablando de delincuencia muy sueltos de cuerpo, sin siquiera mostrar un poco de vergüenza ante sus prontuarios que son de conocimiento público.
Cabe recordar que la alcaldesa de Antofagasta, Karen Rojo, se encuentra actualmente formalizada por los delitos de fraude al fisco y negociación incompatible, tras una investigación de la fiscalía que da cuenta de la utilización de recursos de salud y educación para el pago de una asesoría para su última campaña política a la reelección.
Por su parte, Luksic es el símbolo de la depredación ambiental, la evasión de impuestos y el abuso de poder. Basta recordar el caso de las empresas zombi, el impacto contaminante del puerto y el ferrocarril y su oscuro episodio de tráfico de influencias en Perú.
La alcaldesa y el empresario bien podrían preocuparse del abandono de amplios sectores de Antofagasta, con una vía férrea que no solo es sinónimo de contaminación, si no también de segregación.
Mientras esto ocurre, el Gobierno de Piñera sigue sin responder a las demandas sociales: Las AFP, las Isapres y el Código de Aguas no han sido tocados. En cambio, el Ejecutivo ha decidido criminalizar y reprimir la protesta social, al tiempo que impulsa una campaña del terror para promover el Rechazo a una nueva Constitución.
En los próximos días seguiremos escuchando al Intendente, la alcaldesa de Antofagasta, el General de Zona de Carabineros y Luksic, hablando de delincuencia y caos. Sin embargo, jamás hablarán de las personas heridas, mutiladas y muertas. Para ellos la vida de las personas no vale. Son pro vida de la boca para afuera. Son cómplices de las violaciones a los Derechos Humanos y la historia los juzgará.
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