Columna: La Providencia, memoria y territorio en conflicto

Por Redacción May23,2018
Fotografía: Eric Bahamondes Torres

Por Agrupación Por La Memoria Histórica La Providencia

Una vez terminada la dictadura militar en 1990 los Gobiernos de la Concertación impulsaron distintas medidas que tenían como fin esclarecer los crímenes cometidos. En 1990 Aylwin, a la cabeza del primer gobierno de la transición creó la Comisión por la Verdad y Reconciliación (Comisión Rettig), donde se presentaron los casos de detenidos desaparecidos, ejecutados políticos y asesinados en tortura. La comisión estableció que entre 1973 y 1990 se asesinaron y desaparecieron a casi 3 mil personas. Basándose en la idea del respeto mutuo y la reconciliación esta comisión no habla de los casos de tortura, exilio, exonerados, ni de los perpetradores. La comisión establece un marco sobre lo que se puede y no se puede hablar, lo necesario y lo que es desechable para rehacer la sociedad. No se da el nombre de los perpetradores y se habla sólo de aquellos que no pueden hablar. Si bien establece medidas sobre la reparación a familiares y recomendaciones de reparación simbólica en base a memoriales, deja una deuda pendiente sobre las continuidades de la dictadura en el presente.

Años más tarde, en 2004, se realizó la Comisión sobre Prisión Política y Tortura. Esta comisión da cuenta de los casos de tortura, estableciendo que a lo largo del país existieron alrededor de 40 mil personas que vivieron la prisión política y torturas en 1132 centros de prisión.

El informe se articula alrededor de los centros de detención por región. Para el caso de La Providencia, el informe establece información mínima para cada centro: años de funcionamiento, la administración (DINA- CNI- Carabineros, FACH, entre otros), los modos de operación, condiciones de confinamiento y extractos de testimonios ejemplificadores.

El informe establece que en Antofagasta, uno de los 42 lugares ocupados para la represión fue el “Recinto DINA-CNI ex Iglesia Divina Providencia, Antofagasta”, utilizado entre 1973 y 1986. Lo describe como un ex internado de una escuela de monjas y como un lugar utilizado por Carabineros en conjunto con la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) y posterior Central Nacional de Informaciones (CNI).

El lugar conocido como La Providencia seguía siendo un misterio hacia la presentación de este informe. Carabineros operaba en un sector que no estaba señalado públicamente. Las misas se siguieron desarrollando durante toda la dictadura y hasta el día de hoy en la Iglesia. El lugar señalado oficialmente no concordaba con los relatos del lugar, no había habido torturas en la Iglesia y, al parecer Carabineros había sido el principal actor en este lugar. Por esto, como Agrupación, desde el 2014 hemos recopilado antecedentes sobre la historia del lugar, distanciándonos de la memoria y la historia construida en base a la reconciliación política. Presentamos aquí algunos de estos planteamientos.

De los 42 centros de detención y tortura sólo 4 fueron centros clandestinos. La mayoría de los lugares fueron comisarías, cárceles, regimientos y cuarteles de investigaciones. Recintos creados para el uso represivo. La historia de La Providencia nos resulta interesante porque a lo largo de su trayectoria inscribe distintos usos desde 1908, año en que se inaugura el Asilo de la Infancia en el lugar que pasó a los pocos años a manos de la Congregación para su administración. Posteriormente se construyó la Iglesia mencionada en 1920. Con el paso del tiempo, el inmueble se fue deteriorando, siendo refaccionado y reconstruido con aportes de empleados y obreros de la oficina Pedro de Valdivia.

La Escuela 16 y el pensionado Bernarda Morín fueron en el tiempo incorporándose al diseño y misión trazado por la Congregación. En 1963 se crea en el país la institución “Niños y Patria” dependiendo de Carabineras de Chile, que reemplazaría en sus funciones al trabajo de la Congregación, esta institución estuvo dentro de lo que hoy conocemos como parte de  la Providencia. Durante años el lugar estuvo respaldado por la comunidad aledaña, vecinos que apadrinaban niños y aportes que se hacían a la Congregación y a la fundación Niño y Patria.

Durante el gobierno de Salvador Allende la Congregación recibe gratuitamente de manos del fisco la titularidad legal de los terrenos de la Providencia, adquiriendo 3148 metros cuadrados[1].

En el transcurso de  1971, hubo una toma de las dependencias de la Escuela 16, las alumnas querían constituir un centro de alumnas y resolver múltiples situaciones que dificultaban la relación con las religiosas. La Congregación decide terminar con el ex internado Bernarda Morín en 1972. Niños y Patria seguía sus funciones normales a cargo de Carabineros.

En Agosto de 1973 las dependencias del Ex internado Bernarda Morín fueron tomadas por la Juventud Demócrata Cristiana. Se declaraba que la ocupación tenía como fin transformar el edificio en albergue universitario y como sede del Partido Demócrata Cristiano.

Un mes después con el Golpe de Estado el espacio es abandonado y comienza otra historia. A partir de 1973 el edificio contiguo a la Iglesia Providencia fue ocupado conjuntamente por el Servicio de Inteligencia de Carabineros, DINA y CNI para detener ilegal y clandestinamente y torturar a luchadores sociales y políticos. El inmueble es expropiado legalmente en 1974 con cinco millones de escudos a la Congregación.

Este lugar es considerado emblemático por el rol que jugó en la articulación de la represión en la región y a nivel nacional, por su extensión temporal en que fue usado como centro de detención y por sus características que combinaban aspectos religiosos, el juego de niños a metros del lugar y las torturas y detención de cientos de hombres y mujeres.

Ponemos, a modo de ejemplo dos casos acompañados de registros de prensa y de documentos legales emitidos por el Arzobispado de Antofagasta, sede local de la Vicaría de la Solidaridad. En 1975, con motivo de una visita de Pinochet, fueron detenidos 15 jóvenes de entre 20 y 27 años en sus domicilios, lugares de trabajo y en la vía pública.

Todos fueron llevados a La Providencia: “Llegamos a un lugar, eran como las tres o cuatro de la tarde, me bajan y me suben a un segundo piso o primer piso, segundo piso parece. Me quedo parado, no había pasado ni una cuestión y de repente dije: yo dónde mierda estoy, me levanté la venda y me encuentro que estaba toda la gente prácticamente ahí habían entre 10 a 15 personas. Hubo una oportunidad en que nos quitamos la venda, ahí vi unos vitrales, concluimos que estábamos en La Providencia.”[2]

Recurso de Amparo presentado a favor de J.G. 1975.

Luego de 4 días detenidos en La Providencia, como indica el recurso de amparo puesto por otro de los detenidos, fueron trasladados a Santiago a Cuatro Álamos y luego a Tres Álamos, todo esto en desconocimiento de los mismos detenidos y de familiares, abogados y amigos.

“Íbamos todos amontonados en un solo vehículo, unas catorce personas, íbamos unos encima de otros (…)”

En 1976, cuatro militantes del Partido Comunista son detenidos en sus domicilios en Calama, por civiles que no se identificaron. Luego de estar detenidos en un retén de Calama son trasladados a La Providencia, donde son sometidos a torturas. Luego pasan a la cárcel pública. Algunos de ellos fueron relegados a pueblos del sur de Chile.

Ficha asistencial. 1976. Archivo Agrupación Providencia

Estos dos casos muestran la importancia de La Providencia como articulador regional de la represión. Lugar que funcionaba mientras se efectuaban misas y mientras funcionaba un jardín infantil dentro del recinto. El diálogo sostenido con la Congregación Hermanas de la Providencia en los últimos años no ha dado muchas luces respecto a la situación e impacto que produjo el golpe de Estado en ese territorio de la ciudad. Se desconoce y no ha sido posible acceder al contenido de la bitácora de aquellos años.

La Agrupación se encuentra solicitando la ocupación de una parte de este inmueble que hasta el día de hoy administra Carabineros de Chile. Uno de nuestros propósitos fundamentales es contribuir a los planes de formación ciudadana, que los colegios y liceos y otras instituciones de la ciudad realizan y forman parte de los programas educacionales. Por otra parte, El Estado Chileno se compromete a si mismo y recomienda en el informe Prisión Política y Tortura a establecer un sitio de memoria en cada región de Chile. Si tuviésemos hoy que demandar al Estado Chileno sería por no cumplimiento de ese compromiso que llevaría también el sello de una tardía reparación moral a los detenidos y detenidas en ese lugar.

En el día del patrimonio de este Domingo 27 Mayo, será parte del recorrido y visita al lugar este análisis e interpelación por la memoria histórica de la ciudad.

[1] Inscripción Fiscal N°1245, FJ 988-989, 1972. Conservador de Bienes Raíces.

[2] Entrevista a detenido en 1975, Agrupación Memoria Histórica Providencia – Antofagasta

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