Aún cuesta reponernos de la partida física de Carlos Massardo Prado, quien falleció el pasado lunes 31 de agosto, dejando un profundo dolor en la comunidad antofagastina, no solo porque era un padre, compañero y amigo, sino también por su legado reflejado en el conjunto de obras artísticas y culturales que creó o impulsó en la ciudad, muchas veces desde el anonimato.
Antofagastino hasta la médula, Massardo amaba su ciudad y su desierto, y desde muy joven demostró una afición deslumbrante por la literatura y bueno, también por todas las artes y por la cultura en general. Por todo ello, cuando pudo, montó la Librería ‘Puerta Dos’, al interior de la Casa de la Cultura Andrés Sabella, junto al poeta Miguel Morales, más conocido como ‘El Tipógrafo Huraño’, con quien compartió durante años en ese lugar.
Allí era habitual el encuentro de personajes ligados a las artes de todos los colores posibles, desatándose en varias ocasiones dantescas discusiones sobre política, literatura, economía, o cuanta cosa viniera a la cabeza. Ese pequeño búnker atestado de libros y revistas era el lugar ideal para refugiarse del exacerbado consumismo del centro y refrescar el amor por las letras que muchos compartimos.
Allí también nació su idea de crear un periódico cultural para difundir el quehacer artístico de la ciudad y la mayor cantidad de panoramas posibles, una especie de agenda donde encontrar qué hacer, dónde ir, recomendaciones varias. Para concretarlo recurrió a su agrupación ‘Parada Mixta’, figura con la cual materializó proyectos durante años, y postuló al FNDR de Cultura, adjudicándose los recursos para concretarlo.
En ese sentido podríamos decir que Massardo fue un pionero a la hora de establecer un periódico impreso que se dedicase a la cultura y los espectáculos, sin despreciar los esfuerzos realizados en la desaparecida Universidad José Santos Ossa. Así nació ‘Informarte’, el primer periódico cultural de la región en 2008. Pero él ya había empezado a colaborar en otros medios, como La Alternativa, expresando así su inquietud por cambiar no solo la cultura, sino también la realidad política.
Informarte fue una escuela y un medio especializado, que contó con grandes investigadores, como Sergio Gaytán, quien fue su primer director, Gabriel Amengual, Osvaldo Maya y María Canihuante, entre otros, un grupo de estudiantes de periodismo que se desempeñaron en él para complementar el trabajo informativo, y colaboraciones de Jorge González, Rodrigo Ramos, Víctor Bórquez, Hernán Rivera, Floreal Recabarren, entre otros, que siempre realizaron valiosos aportes.
Por eso su slogan era ‘un espacio libre y pluralista para la región’, porque se trataba de un medio que siempre estuvo dispuesto a ofrecer cobertura al teatro, la danza, el cine, la música, la literatura y cualquier tipo de expresión artística nacida aquí.
Después también trabajó en revista Perro Vago, Turapaku y también colaboró en El Diario de Antofagasta, prestando apoyo en otros proyectos culturales y realizando una investigación para rescatar los balcones de las casas antiguas del casco central de la ciudad, entre otras iniciativas de las que participó.
Hasta que, en algún momento, los libros fueron cambiando poco a poco por pinceles, cuando comenzó a colaborar con el pintor Luis Núñez en sus famosos murales gigantes, hasta llegar a convertirse en parte de su equipo, llegando a trabajar con él en el Barrio Lastarria de Santiago.
Estuvo en Lima, Perú, como parte de la delegación literaria de honor invitada a la Feria del Libro de esa ciudad, y compartió un sinfín de tertulias y lanzamientos de libros, revistas, discos, películas, talleres, entre tantos otros eventos, siempre ligado a los círculos literarios, a los artistas y su mundo siempre pleno de camaradería y creación.
Son tantos los momentos y los caminos que recorrió para hacer más grande la cultura (y sobre todo la literatura) de la región que su legado hoy es incalculable, porque también motivó y enseñó a otros a trabajar en sus sueños hasta verlos convertirse en realidad.
Gracias Carlos Massardo Prado por mantener viva la llama de la literatura nortina en grandes y chicos, por trazar surcos para que otros pudiéramos publicar, producir, crear y difundir nuestro arte y nuestro patrimonio, y por estar siempre apuntalando y apoyando a los artistas y creadores antofagastinos con un compromiso y desinterés sin igual. Hoy tu legado tiene más sentido que nunca y los frutos de tus esfuerzos un esplendoroso porvenir. La tarea de cosecharlos está esperando.
En memoria de Carlos Massardo Prado, librero, gestor y director del periódico Informarte.
Redacción