La reciente renuncia del director jurídico de la municipalidad de Antofagasta, Rodrigo González Galdames, ha puesto nuevamente en evidencia la inestabilidad del equipo de confianza del alcalde Jonathan Velásquez y la crisis en su gestión como alcalde de la capital regional.
Menos de dos meses alcanzó a ejercer González Galdames en su cargo, habiendo asumido a inicios de mayo tras la renuncia del abogado Marcelo Pizarro. Fuentes al interior del municipio indican que la renuncia de González se originó por desavenencias con el jefe comunal, quien no habría aprobado el acercamiento de González con militantes de la UDI.
La desvinculación del director jurídico ha generado una serie de críticas y declaraciones, destacando entre ellas las del concejal Luis Aguilera Villegas (Ex RN), quien expresó su profunda preocupación por las decisiones abruptas y la falta de estabilidad en la gestión del alcalde Velásquez.
“El actuar del alcalde me parece negligente e infantil. Producto de sus propios arrebatos cambia o remueve funcionarios cuando se le antoja, y pareciera ser que sus justificaciones son más bien diferencias de cualquier tipo, menos laborales, vulnerando principios fundamentales de los funcionarios, no permitiéndoles trabajar como corresponde”, afirmó Aguilera. El concejal también señaló que, debido a estas malas prácticas en la administración del recurso humano, actualmente hay diez funcionarios con enfermedades profesionales declaradas.
Aguilera lamentó que, habiendo convocado a González desde Santiago, el alcalde sólo le haya dado 48 días para intentar arreglar lo que describió como “el desastre que tiene en la ciudad desde hace tres años y más”. La crítica del concejal subraya una tónica de inestabilidad, incertidumbre e improvisación constante al interior del municipio, lo que ha resultado en una gestión que considera deficiente.
“Esta ha sido la tónica de inestabilidad, incertidumbre e improvisación constante al interior del municipio, resultando una gestión deficiente que en estos tres años sólo nos ha confirmado que la promesa de ver la Perla brillar nunca llegará”, concluyó Aguilera.
La renuncia de Rodrigo González Galdames no sólo refuerza la percepción de una administración errática y desorganizada, sino que también pone de manifiesto los desafíos que enfrenta el municipio para mantener un equipo de trabajo cohesionado y eficaz. Los ciudadanos de Antofagasta continúan observando con preocupación las decisiones del alcalde Velásquez, esperando una gestión más estable y orientada hacia el bienestar de la comunidad.
Diego Durán Contreras