Ya comienza el octavo mes de funcionamiento de la Convención Constitucional. Ocho meses que a veces se sienten como ocho años, viajes, experiencias, días soleados y nublados, intensos y vertiginosos. Hemos sorteado distintos obstáculos tanto de instalación como políticos. La buena noticia es que ya tenemos más de veinte artículos de las comisiones de Sistemas de Justicia, Forma de Estado y Sistemas de Conocimientos aprobados en el borrador de nueva Constitución, entre ellos se encuentran las bases para avanzar hacia un Estado Regional, reconociendo las autonomías de las regiones, un gran paso hacia la real descentralización del país.
Durante los primeros tres meses nos abocamos a escribir el Reglamento que nos ha regido y ordenado durante este tiempo. Al comenzar el trabajo constituyente fui elegida junto a la convencional Adriana Ampuero, coordinadora de la Comisión transitoria de Descentralización, Equidad y Justicia Territorial, donde realizamos por primera vez sesiones de la Convención en regiones distintas a la Metropolitana.
Esta experiencia sirvió de base para implementar la práctica de que las comisiones sesionen en regiones, descentralizando el proceso. En el mes de noviembre toda la Convención sesionó en la región del Biobío y en mayo sesionaremos en nuestra región de Antofagasta.
También me ha tocado el rol de coordinar la Comisión Sistemas de Conocimientos junto al convencional Ignacio Achurra, cuyo objetivo es incluir la cultura, artes, ciencia, conocimientos, tecnología y patrimonios en el texto Constitucional. Esta ha sido una demanda transversal de comunidades, organizaciones y sociedad en general.
En las próximas semanas ya tendremos decenas de artículos en el proyecto de Constitución de las comisiones de Derechos Fundamentales, Medio Ambiente, Principios constitucionales y Sistema Político. Esperamos en abril tener el primer borrador para que pase a la comisión de armonización para dar forma al texto final. Según nuestro cronograma, el 4 de Julio de este año estaremos entregando el trabajo realizado a los pueblos de Chile para ser plebiscitado dos meses después.
El trabajo constituyente ha contado con amplia participación ciudadana y de pueblos originarios, se recibieron miles de propuestas constitucionales de convencionales, populares de norma e indígenas. Además de haber recibido otros cientos de audiencias públicas en las distintas comisiones.
Así avanza la escritura de la nueva Constitución, entre todas y todos. A pesar de las dificultades, sabemos que todo Chile está expectante por nuestro trabajo, donde finalmente tengamos por primera vez en la historia una Constitución redactada por una amplia diversidad y que entregue respuestas a las demandas sociales y estructurales del país.
*Esta columna fue publicada el 5 de marzo en la revista digital de Regionalista, especial 4° aniversario. Aquí la puedes descargar y leer: