Organizaciones sindicales de las mineras Escondida y Spence, operadas por BHP, están a favor de imponer una mayor tributación a la gran minería en Chile.
Al Sindicato de SGC Minerals se sumaron los gremios de las mineras Escondida y Spence, controladas por BHP Billiton, ya que ambas asociaciones de trabajadores están a favor del proyecto de ley que impone más impuestos a las transnacionales que explotan recursos naturales en Chile.
Desde el Sindicato N° 1 de Trabajadores de Minera Escondida dicen estar conformes con que se tribute lo que corresponde por la extracción de los recursos no renovables del país, en atención a que según su opinión la obtención de ganancias es a costa de los mismos minerales y el sacrificio de los trabajadores. «Se debe obligatoriamente traer beneficios económicos al país y a la clase trabajadora», indicó Patricio Tapia, presidente de la organización.
Recursos naturales
Aunque también creen que es pronto para analizar como avanzará el proyecto, pues todavía falta el segundo trámite en la cámara alta, señalando que desde las industrias siempre habrá preocupación y rechazo a esta propuesta, a causa de que los sectores transnacionales puedan ver afectados sus intereses.
«Acostumbrados a prácticas que escasean de justicia e igualdad, a toda costa invalidarán cualquier forma de compartir sus habituales ganancias multimillonarias, llegando incluso a negar el positivo significado que tiene en sus arcas el sostenido aumento en el valor del metal rojo, que hoy supera cifras históricas», apuntó Tapia.
Reivindicación social
Desde el gremio minero, también indicaron los resguardos que se deben tener en la ley, debido a que cualquier modificación a la legislación tributaria debería contemplar el tamaño de la empresa, agregando que en toda la industria se goza de beneficios que se enmarcan en el uso de los recursos no renovables, en las facultades que les da la ley laboral y en un sinnúmero de regalías que no deberían existir. «La repartición justa y la igualdad de derechos debería ser una obligación en nuestro país», declaró el dirigente.
Por su parte, desde el directorio del sindicato Spence, están plenamente de acuerdo con el proyecto, ya que lo consideran una primera etapa dentro de la reivindicación social de los bienes comunes, y sitúa a la riqueza minera como «puntal para el desarrollo y la satisfacción de las necesidades de nuestro pueblo», según indicó Ronald Salcedo, presidente de la organización.
Cambios estructurales/deuda histórica
El dirigente también añadió que las preocupaciones de la industria son parte de una estrategia para amedrentar a la opinión pública, señalando que recientemente el conglomerado japonés Mitsui, selló un acuerdo con Minera Salar Blanco para explotar litio por más de 500 millones de dólares en la región de Atacama. Así también revelan que, si después del Royalty hubiese yacimientos que no fuesen sustentables para privados, pueden ser perfectamente asumidos por Codelco, que no pagará Royalty. «Los trabajadores estaríamos gustosos de servir a nuestro país y no a las transnacionales mineras», aseveró.
Por otro lado, el representante declaró que la industria minera privada, así como las diversas administraciones y/o gobiernos, se encuentran en deuda, no solo con sus niveles de aporte al fisco, sino también con el esperado y prometido cambio de la matriz productiva del país, en la generación de encadenamientos productivos, desarrollo tecnológico y empleo. Lo anterior, teniendo en cuenta que en la actualidad la inversión extranjera directa, que se presenta como el aporte de más valor, no genera mayor valor agregado, «dejando como herencia una tierra grisácea, carente de evidencias de la promesa de mayores oportunidades del encadenamiento productivo», aseguró Salcedo.
Finalmente, desde el sindicato reafirmaron que «la extracción de recursos naturales no renovables es una pérdida irreparable del capital natural del país. Además, generan numerosas externalidades negativas sociales y ambientales, y ciertamente el aporte de la Minería es insuficiente para compensarlo».