Como todos los años, el 11 de julio se celebra el día de los y las periodistas, derivado de la creación del Colegio de Periodistas de Chile, que en esta oportunidad celebra 64 años. En este marco, abundan los saludos, felicitaciones y el anhelo de reivindicar la labor periodística, en especial, terminar con la precariedad laboral que afecta a tantos colegas a lo largo de todo el país.
Con el correr de los años, y con mucho pesar, hemos visto diluidas nuestras ilusiones. Cada vez son más los colegas que han debido ejercer funciones en muy malas condiciones laborales, con bajos salarios, realizando multiplicidad de funciones, con escasa protección durante el trabajo en terreno, entre otras falencias, a las que hoy se suma la creciente cesantía.
La masiva pérdida de puestos laborales se intensificó durante el denominado “Estallido Social”. En este periodo hubo desvinculaciones en los medios tradicionales de comunicación y el sector público. En ambos casos, el criterio de selección fue político, quedando en evidencia una vez más la desprotección del servicio público, y por otro lado, que informar como corresponde y con una visión social los hechos que estaban aconteciendo, no era precisamente lo que buscaban editores y jefaturas.
Al escenario laboral expuesto se suma la compleja emergencia sanitaria y económica que vivimos, la cual no solo ha afectado a periodistas sino también a diseñadores, reporteros gráficos, camarógrafos, técnicos, entre otros profesionales, ratificado por el estudio “Despidos en medios chilenos” realizado por la plataforma digital Trespárrafos.com. En dicho estudio también se indicó que los despidos comenzaron el año 2018 por la pérdida creciente de avisaje, retrasos en la transformación digital y por gerencias sin apuestas a largo plazo. En este sentido, el análisis concluye que a la fecha son más de dos mil los trabajadores y trabajadoras de la comunicación despedidos en dicho periodo.
Frente a lo señalado, la reflexión sobre el ejercicio periodístico se vuelve más profunda y compleja, porque tiene directa relación con el arduo trabajo que debemos emprender por lograr incorporar con fuerza el Derecho a la información en el Proceso Constituyente. En este tema, tenemos que discutir sobre: ley de prensa; término de la concentración de los medios de comunicación; libertad de expresión; fomento a la creación de medios públicos, independientes y comunitarios (con publicidad estatal).
Como gremio exigimos una preocupación real sobre las comunicaciones locales y cuya bandera de lucha sea la pluralidad. Por la crítica situación que nos afecta como profesionales de las comunicaciones, el Colegio de Periodistas de Chile insiste en que solo el trabajo colaborativo, el apoyo y respeto entre colegas, nos dará la fuerza y las herramientas para lograr una prensa libre, responsable e independiente, y por consecuencia, el vigor necesario para cumplir con nuestro rol social a cabalidad, en especial, el de ser capaces de contribuir al fortalecimiento de nuestra democracia.
Finalmente, por la entrega, compromiso y pasión que cada periodista aporta a su labor día a día, muchas felicidades y valor. A los que hoy se encuentran lamentablemente cesantes, fuerza y esperanza, porque juntos podemos revertir este mal capítulo, como varios otros, en la historia del periodismo nacional.