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Las incoherencias de las ministras de la mujer y equidad de género

Tras 35 días a cargo de la cartera, renunció Macarena Santelices e ingresó Mónica Zalaquett. Ambas políticas de la UDI y con dichos en el pasado que les juegan en contra.

El efímero paso de Macarena Santelices por el ministerio de la mujer y equidad de género estuvo rodeado de polémicas, tanto por sus gestiones mientras estaba en el cargo, como por sus dichos antes de asumir como ministra. Situación muy similar por la que también pasa Mónica Zalaquett, ya que sus declaraciones realizadas cuando era diputada dejan mucho que desear.

Macarena al principio fue criticada por ser sobrina nieta de Augusto Pinochet, y pese a que en una entrevista con Quinta Visión reconoció que “sí hubo violaciones a los Derechos Humanos” en la dictadura, Santelices la avala, ya que asume que “no podemos desconocer lo bueno del régimen militar”.

Este no fue el único antecedente que generó polémica, ya que estaría involucrada en el encubrimiento de una denuncia de acoso sexual cuando era alcaldesa de Olmué. Según los antecedentes, se habría hecho caso omiso a la acusación de Noemí Cáceres, quien habría emitido una carta al municipio en septiembre del 2017, donde relata que una colega recién egresada habría sido víctima de acoso sexual por parte del director del colegio.

Desaciertos

La ex ministra de la mujer no solo fue víctima de su pasado, sino que fue duramente criticada por las gestiones que se hicieron cuando estaba al mando. Una de ellas fue la elaboración de un video que forma parte de la campaña #CuentasConmigo, en donde grafican la violencia a la mujer, pero mostrando el punto de vista de un agresor: “Supe que tu pololo te agredió. Quizás la vida me está castigando por lo que le hice a tu abuela”, afirmaba el protagonista de la cápsula. Esto fue considerado como una falta de respeto. Horas después de ser subido el controversial video, fu eliminado de las distintas plataformas del SERAMEG.

Finalmente, podríamos decir que la gota que rebalsó el vaso y culminó con su periodo como ministra, fue la designación de Jorge Ruz como jefe de la división de estudios del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, lo que provocó molestias al interior del gobierno y en distintas organizaciones feministas, ya que el ex director de La Cuarta y ex productor del piscinazo en el festival de Viña del Mar no es precisamente alguien que represente los objetivos que debiera promover el ministerio.

Cambio de gabinete

Tras la renuncia de Santelices, fue designada Mónica Zalaquett como la nueva ministra de la mujer y EG, quien forma parte de la UDI y tiene nexos sanguíneos con la política, al ser hermana del ex alcalde Pablo Zalaquett. Su designación como ministra no quedó exenta de polémicas, debido a sus declaraciones en años anteriores, ya que en 2010 habría votado en contra del aborto terapéutico, justificando su decisión afirmando que “no quiero que en Chile pase lo que sucede en Europa, donde se aborta por el simple hecho de tener Síndrome de Down”.

Más adelante también saldría al paso por su participación en la discusión del proyecto de ley que buscaba extender el post natal a seis meses. “Lo que nosotros rechazamos no fue el posnatal de seis meses, sino el empujar a la mujer chilena a la guillotina laboral”, afirmó en esa oportunidad. Situación de la que la ministra deberá dar cuenta ante el actual proyecto que busca extender la cobertura del post natal mientras dure la emergencia sanitaria y de esa manera permitir a padres y madres estar al cuidado de sus hijos desde casa.

Luego, en 2013 catalogó como “valiente” a una niña de once años que tuvo que concretar su embarazo tras ser abusada sexualmente por su padrastro. Además, el mismo año, en conjunto con diputados de la UDI presentó una reforma constitucional que buscaba “garantizar a los menores un ambiente familiar”, en donde prohibían categóricamente la adopción homoparental: “Bajo ninguna circunstancia podrán ser padres de un menor dos mujeres o dos hombres”, indicó. En esa misma línea, la ex diputada de la UDI comentó que “las niñas y niños son concebidos por un hombre y una mujer”.

No tenemos ministra

Distintas reacciones han surgido tras las designaciones de estas ministras, y lo que más se repite es el lema “no tenemos ministra”, debido a que no cumplen con la expectativa al no tener estudios de género y desconocer la agenda en esta materia.

La presidenta de Mujeres Unidas por la Igualdad, Luzvenia Caballero, afirma que “seguimos sin ministra”, ya que el nombramiento de Mónica Zalaquett no las representa: “El cuoteo político no corresponde al perfil de una ministra de la mujer y equidad de género”, indicó. En cuanto al mandato de Santelices, dice que le dieron la oportunidad, pero “cuando vemos que las políticas públicas no comienzan a trabajar en beneficio de las mujeres, cambia la cosa”.

Por otra parte, la coordinadora del frente feminista de Revolución Democrática, Catalina Cortés, cree que desde el principio fue mala la designación de Macarena Santelices en el ministerio, porque “no hubo una visión clara de quien está a cargo”. Ella afirma que “hasta el día de hoy no tenemos ministra”, debido a su desempeño y porque tampoco hubo un apoyo transversal en temáticas como el aumento de la violencia de género durante la pandemia y el postnatal de emergencia. Ante el cambio de ministra, Cortés dice que “salió una persona mala y entró alguien peor”, refiriéndose a los antecedentes de Zalaquett antes de asumir en la cartera.

En tanto, para Katherine Yoma, perteneciente a REDOFEM, la salida de Santelices fue lo más coherente, ya que “había quedado en evidencia la nula capacidad de esta mujer para asumir el cargo”. Asimismo, cree que la designación de Zalaquett como ministra resulta insultante y provocativa. Yoma también adhiere al “no tenemos ministra” y señala que “ninguna persona incapaz de promover nuestros derechos será nuestra ministra”.

Finalmente indica que las competencias que debiese tener cualquier ministra de la mujer deben considerar los “conocimientos en materias de género. Además, debe ser una persona que trabaje en contacto directo con mujeres y disidencias, porque no basta con ser mujer o mamá”.

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