Cada vez son más los pobladores que ven las ollas comunes como un apoyo ante la crisis económica que va provocando el Covid-19. Se trata de vecinos que se unen en grupos para ayudar a la misma comunidad a la que pertenecen.
En medio de las cuarentenas y las medidas sanitarias, el desempleo aumenta en nuestro país y quienes se han visto más perjudicados son los trabajadores independiente, chilenos que laboran para cubrir el día a día, muchos de ellos adultos mayores y personas en riesgo social.
En Antofagasta se siguen sumando juntas de vecinos o grupos que nacen desde la misma necesidad, que recurren a las ollas comunes o almuerzos solidarios. Una de estas iniciativas surgió en El Caliche (sector sur), territorio que comenzó a organizarse desde las manifestaciones de octubre de 2019 y que hoy impulsa esta acción solidaria.
Patricia Olivares, una de las organizadoras de esta iniciativa, ve en esta medida una gran ayuda para quienes no pasan por una buena situación: «Llegó la cuarentena y había muchos vecinos cesantes, abuelitos solos, sin poder ir a comprar. Fue ahí que 13 vecinos formamos un grupo y comenzamos nuestra primera olla común, la cual fue gestionada 100% por nosotros», relata.
Patricia cuenta que las tareas se reparten por WhatsApp y que dividen el trabajo en quienes cocinan, quienes reparten a vecinos que no pueden salir y otro grupo que busca las cooperaciones y va al supermercado. Los almuerzos son repartidos día por medio.
«Quizás no es mucho, esto es gestión de 13 vecinos, más los aportes recibidos, por eso no nos alcanza para tanto», comenta. En el sector viven muchas personas de la tercera edad y para ellos la atención es primordial: «Una vecina del curvo se acercó y nos dijo que 2 abuelitos no tenían nada, nadie los visitaba, son los primeros en recibir su almuerzo, es una gran alegría para ellos, porque más que el almuerzo en sí, es darse cuenta de que no están solos», reflexiona.
Por su parte, al norte de la ciudad, un grupo de 20 jóvenes de la población Bonilla también se organizaron para ayudar. Una de las participantes, Daiana Hernández, comentó que tenían esta idea hace dos semanas, pero no contaban con un espacio: «Pero el día sábado se nos habilitó la sede Villa las Parinas y aquí realizamos las ollas comunes. Antes que se decretara la cuarentena entregamos cajas con mercadería, todo a base de donaciones», indica. El día lunes hicieron la primera olla común, entregando 120 raciones de alimento, incluyendo a personas en situación de calle y de la tercera edad.
El miércoles y el viernes de esta semana se harán dos almuerzos comunitarios en la sede Villa las Parinas, a partir de las 13:00 horas, donde también se reciben donaciones en comida: «Nosotros no recibimos dinero, todo es a base de donaciones de alimento no perecible y de verduras», recalca Daina, haciendo un llamado a correr la voz y hacer saber a las personas que pueden ir a buscar el alimento: «Se está sufriendo hambre, hay gente que antes de la pandemia lo sufría, y ahora está mucho peor. Toda la ayuda que entregamos se hace con amor», concluye.
Otros sectores que se sumaron a las ollas comunes y están recibiendo cooperaciones son la junta de vecinos Lenka Franulic, la población Juan Pablo II, la Junta de Vecinos de la población Matta y Los arenales 1.
Si tienes una olla común y quieres dar a conocer tu iniciativa, escríbenos a contacto@regionalista.cl o mándanos un whatsapp a +569 3738 2808
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