Un llamado a encontrar puntos de encuentro entre trabajadores y empresa, realizó la diputada Marcela Hernando, tras la participación del Presidente Ejecutivo de Codelco, Nelson Pizarro; el Presidente del Directorio de la estatal, Juan Benavides y representantes del Ministerio del Trabajo, en la Comisión de Minería y Energía de la Cámara de Diputados.
Hernando, quien es presidenta de la instancia parlamentaria, explicó que los ejecutivos fueron citados para que se refirieran respecto de la situación laboral que afecta a los trabajadores de los sindicatos 1, 2 y 3 de la División Chuquicamata de Codelco, particularmente en lo relativo al cumplimiento de las cláusulas de los convenios colectivos; los programas de salud; condiciones de seguridad en el trabajo; el proceso del cierre del rajo mina y la entrada en marcha de «Chuquicamata subterránea».
«La empresa siempre tendrá respuestas, lo concreto es que existen posiciones y visiones muy diversas desde los sindicatos y los ejecutivos de Codelco, lo que es inquietante por la manera en que el conflicto está afectando a Calama, ambas partes deben llegar a puntos de encuentro», expresó Hernando.
Daño a Calama
La presidenta de la Comisión de Minería, explicó que «nos quedamos igual con muchas preocupaciones, yo sobre todo respecto de Calama, porque me preocupa que con la cantidad de personas que tienen que ser reducidas en la empresa y el que no exista la «expertise» finalmente en Calama, se van a tener que contratar personas que van a venir de otros lugares».
La diputada Hernando indicó que «esa migración interna que se produce hace mal a la región y a las comunas nuestras, ya que económicamente no nos conviene, los recursos finalmente se gastan en otros lugares, las familias de estos trabajadores residen en otras regiones del país, y Calama se va viendo más amenazada por lo que significa el que exista un sistema de turnos como el que la minería privada tiene instalado».
Es por ello que la parlamentaria del Partido Radical volvió a reiterar su reticencia a los turnos 7×7: «Este sistema es más competitivo respecto a la minería privada, algo que conviene a las empresas, a los sindicatos de trabajadores que vienen de otros lugares, pero a la región no le conviene bajo ningún punto de vista».