Tras la declaración pública de la directiva de la Asociación de Funcionarios Académicos de la Universidad de Antofagasta (AFAUA) en donde cuestionan las demandas feministas y hablan de una «caza de brujas» al referirse a las numerosas denuncias por acoso, las críticas no se hicieron esperar.
Muchos académicos y académicas se pronunciaron a través de sus redes sociales y mediante correos electrónicos para dar su punto de vista sobre los dichos de la directiva de la organización que los representa.
Es el caso de Cristina Dorador, académica que mediante su cuenta de facebook dio a conocer su posición al respecto, aclarando que se trata de una reflexión personal. Sus palabras fueron aplaudidas por muchas estudiantes y también por otros académicos y académicas.
«A la comunidad universitaria:
Estamos viviendo una época de cambios. El movimiento feminista que ha surgido en distintas Universidades y establecimientos educacionales del país refleja la exigencia de derechos frente a los abusos e inequidades cometidos históricamente en contra de las mujeres. Es una invitación honesta, transparente, transversal de creer como país y como comunidad, de velar por un trato justo y digno entre hombres y mujeres, exigiendo igualdad de derechos.
El comunicado recibido esta tarde (ayer lunes 28 de mayo) por todos los miembros de la Comunidad Universitaria firmado por la Directiva de la Asociación de Funcionarios Académicos de la Universidad de Antofagasta, es justamente lo contrario a lo que el movimiento feminista reclama. De hecho, el objetivo final de la misiva no es claro y pareciera ser un amedrentamiento a los estudiantes que han realizado acusaciones (llegar a ese punto es un camino largo y doloroso). Es bien sabido que la falta de sanción justa hace que las personas busquen la sanción social, por lo que es urgente establecer y dar a conocer protocolos claros para acusaciones como el acoso, ya sea laboral o sexual o cualquier otra situación donde una persona sienta que se han vulnerado sus derechos en el contexto universitario.
Aclararé algunos puntos que considero importantes del texto.
«Afortunadamente, en el Estado de Derecho ante una acusación de falta a la ley debe probarse por un debido proceso mediante un juicio justo».
-Las instituciones deben contar con protocolos claros y dar la seguridad de que las víctimas serán acogidas y el proceso de que se hacen parte tenga una resolución clara e informada.
«Y solo una muestra del aquí que no va más allá. No hay peor insulto a la mujer, a nuestro parecer, que un alcalde multe a un hombre por lanzar un piropo a una mujer, e insinuar con esto que se está haciendo eco a las grandes aspiraciones de la mujer chilena».
-No hay peor insulto que denostar al movimiento y compararlo a una caza de brujas. Las aspiraciones que tenemos las mujeres son legítimas y dentro de ello sí cabe el acoso callejero como una intromisión al espacio individual de una persona.
«En nuestra Universidad no hay diferencias de sueldo por sexo. No hay ni lo habrá. Por ley del Estatuto Administrativo que nos rige y que debemos acatar».
-La diferencia de sueldo por género SI existe. Con la misma formación, un hombre y una mujer reciben diferente sueldo ya que no hay apoyo directo a la carrera académica de las mujeres. Tener mayor jerarquía académica implica más sueldo. En situaciones como la maternidad, las mujeres no podemos competir de igual a igual, ya que la maternidad no está reconocida en el Reglamento del Académico. La mayoría de las mujeres académicas de la UA están en la jerarquía de profesor asistente, y aún teniendo el grado de Doctor no acceden a jerarquías mayores. Y no es un tema de mérito: el mérito no existe cuando no ha habido igualdad de oportunidades.
«Hoy estamos velando y atentos a un debido proceso para determinar si una de nuestras académicas, Dra.——, ha sufrido acoso laboral. Ni nos pronunciamos a favor o en contra de ella a priori, solo estamos atentos al debido proceso que es un sumario».
-Si velaran este proceso, no lo harían público ya que es un tema privado. ¿Cómo garantizan el proceso entonces cuándo se le ha expuesto de forma pública y gratuita? (La académica no sabía de esta carta ni que su nombre estaba en ella). Además, las personas que denuncian y son víctimas deben ser apoyadas y acompañadas. Lamentable que se señale que la posición de una asociación es neutra al respecto.
«Hoy aparece en las redes sociales acusaciones contra otro académico utilizando expresiones de alcohólico y acosador. Pues bien, esos pobladores del pueblo de Salem incrustados en el movimiento universitario deben hacerse cargos de sus palabras».
-Existen los canales legales para denunciar acusaciones falsas.
«Los (sic) pedimos que presenten fundadamente (sic) sus acusaciones, que las presenten ante los canales que tiene nuestra Universidad o los canales de la Justicia que posee un Estado de Derecho. Si así lo hiciesen, tantos para quienes las presenten como el que las recibe, tendrán un debido proceso. Háganlo. Ahora, si no lo hacen serán denostados como personas del pueblo de Salem. O como frívolos. Y lo que es peor, si no son incultos ni frívolos, como cobardes».
-Realizar una denuncia por acoso es un tema sensible, doloroso, que requiere muchas veces de largo tiempo para hacerlo, incluso de haber superado terapias siquiátricas o sicológicas. El no haber protocolos claros o que no se conozcan o que las víctimas no sean acogidas, o que las denuncias no se concreten en alguna respuesta genera una respuesta social. Los estudiantes son nuestro mayor tesoro. Son la alegría del futuro que está construyéndose; ellos merecen el mayor de los respetos y que estemos a la altura de estos desafíos. Este tono amenazante solo continúa el maltrato.
Finalmente, el ánimo de esta respuesta a título personal es que construyamos entre todos una mejor Universidad, debatiendo y compartiendo ideas siempre en el marco del respeto. Los desafíos son mayores y para ello se requiere una visión amplia acorde con una perspectiva de derechos.
Dra. Cristina Dorador – Académico, profesor asociado – Universidad de Antofagasta»